Jamenei llama a cerrar filas en Irán

El líder supremo iraní, Ali Jamenei, habla con frecuencia. Dos veces al año da discursos masivos fuera de su complejo residencial y el resto aprovecha audiencias públicas para sentar su posición sobre los temas del momento. Pero la oración de los viernes en Teherán es otra historia. Los iraníes saben bien que sólo dirige esta plegaria cuando tiene que mandar un mensaje concreto, especialmente a la sociedad. Y así lo hizo ayer. Además de llamar “payasos” a ciertos líderes norteamericanos y recordar el gran funeral del general Qasem Soleimani, en lo que definió como “días de Dios” en que los iraníes mostraron su resistencia contra el enemigo, también habló directamente a los que han salido a la calle a protestar en los últimos días.

“¿Son los pocos cientos de personas que no han respetado los carteles del honorable mártir general Soleimani la gente de Irán ? ¿O son los millones que atendieron el funeral la gente de Irán?”, se preguntaba el líder supremo, que cerró rápidamente –y con frases muy contundentes sobre cómo poderes y medios occidentales influyen en esos “jóvenes y no tan jóvenes”– el tema de las protestas que surgieron después de que el sistema iraní negara rotundamente durante tres días su responsabilidad en el derribo del avión ucraniano con 176 personas a bordo para luego contradecirse.

Ali Jamenei no se refirió a las víctimas del avión derribado hasta bien entrado su discurso

Los Guardianes de la Revolución, con Ali Hayizade –comandante de la fuerza aeroespacial que tiene a cargo el programa de misiles– a la cabeza reconocieron el sábado pasado que el avión había sido abatido por un misil lanzado por un “error humano” y “sin intensión” desde una base cercana al aeropuerto.

“El corazón quemado”, dijo el líder supremo al referirse al sentimiento por esta tragedia. “Tanto como nos entristeció nuestros enemigos estaban felices”, añadió cuando ya había avanzado buena parte de su discurso.

Durante la plegaria se vio a muchos asistentes con un cartel en el que se veía a Hayizade –quien estaba presente en la oración– en compañía de Qasem Soleimani, a quien ayer se le volvía a hacer un homenaje. “Estamos aquí para apoyar al líder y no dejar que nadie interfiera. También para apoyar al Sepá –los Guardianes de La Revolución– aunque haya ocurrido un error, y a decirle a nuestro comandante Hayizade que lo respetamos por haber aceptado su responsabilidad”, aseguraba Ehsan Shafi, un veterano de 55 años que iba en la silla de ruedas que usa desde que perdió una pierna en la guerra con Irak.

La plegaria de ayer también era un mensaje de apoyo a los guardianes y a sus comandantes, que han sido fuertemente criticados por un sector de la sociedad desde la tragedia del avión, que a muchos hizo olvidar que los misiles iraníes alcanzaron con éxito la base iraquí de Al Asad, donde había presencia estadounidense. Muchos recordaban que once soldados estadounidenses quedaron heridos, como había informado la CNN pocas horas antes. Después del ataque en “venganza” por el asesinato de Qasem Soleimani en la madrugada de 3 de enero en Bagdad, la televisión iraní anunció que 80 norteamericanos habían muerto. EE.UU. había asegurado que ninguno de sus hombres había sufrido lesiones.

Jamenei equipara a los negociadores europeos del acuerdo nuclear con “los terroristas” que mataron a Soleimani

“Fue un golpe militar efectivo pero, más importante y grandioso que un golpe militar, fue un golpe para la dignidad y la admiración de EE.UU. como superpotencia”, dijo el ayatolá, que tuvo palabras para el Gobierno estadounidense. “Esos payasos americanos mienten con absoluta crueldad al decir que están del lado de la gente iraní. ¡Miren quién es la gente iraní!”, dijo al referirse a los asistentes a la plegaria.

“Venimos por el amor al líder supremo”, decían las consignas que gritaban aquellos que pudieron estar en el mismo recinto que Jamenei. El resto de asistentes los imitaban con sus cánticos desde los jardines y callejuelas de la Mosalá –una gran mezquita que empezó a construirse tras la muerte del ayatolá Jomeini cerca del centro de Teherán– hasta donde llegaron cientos de miles de personas, muchas desde otras localidades. Decenas de autobuses estaban aparcados en las calles cercanas y parte del centro de Teherán quedó colapsado. Desde las primeras filas lo escuchaban los máximos representantes de la república, a quienes dio un repaso de cuáles son las prioridades para el futuro: una economía que no dependa del petróleo y desarrollo en investigación y ciencia para poder ser todo lo poderoso que Irán busca ser. Estas palabras las recordaban Azime, de 29 años, y su marido Husein, de 34. “Los enemigos de la República Islámica siempre tratarán debilitarnos. Así que la única manera de alcanzar nuestros objetivos es volvernos más fuertes. No sólo en lo militar, sino en ciencia y economía”, decía Husein. Azime, por su parte, aseguraba que “lo mejor para Irán es resolver los problemas internamente”.

Por último, el líder tuvo palabras duras para los países europeos firmantes del acuerdo nuclear que esta semana activaron un mecanismo de control contemplado dentro del mismo pacto que podría llevar a la imposición de nuevas sanciones en el marco de la ONU. “Incluso cuando esos países negocian, sus negociaciones están mezcladas con la decepción”, afirmó, y dijo que la mismas personas que aparecen en las mesas negociadoras son los “terroristas del aeropuerto de Bagdad”, donde fue muerto Soleimani.

Las redes sociales no han parado desde el discurso del líder. Algunos que habían participado en las protestas bromeaban y decían que les habían quitado la nacionalidad. Y otros repetían que el líder había hecho aún más grandes las divisiones entre los iraníes. “Vamos a dejar de pensar en el avión pero no vamos a dejar de pensar en el funeral de Soleimani”, escribía irónicamente un usuario en Instagram.

Con información Vangurdia

Síguenos en:

Twitter:@ElPortalMx

Facebook:El Portal San Luis Potosí

Scroll al inicio