Cártel Jalisco Nueva Generación abastece a narcomenudistas en 9 alcaldías de la CDMX

Surte drogas en las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa

Ante la dispersión de La Unión Tepito, el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) se ha convertido, junto con grupos delictivos de Michoacán y Sinaloa, en uno de los principales abastecedores de drogas a células de narcomenudistas de la Ciudad de México.

“El Cártel Jalisco Nueva Generación, actualmente para la Ciudad de México, está distribuyendo drogas a grupos que son muy locales, el tema de La Unión Tepito, que ya está muy disperso, le ha permitido llegar a colonias de las alcaldías que están tomando el control”, según reportes federales.

Surte drogas en colonias de las alcaldías Gustavo A. Madero, Cuauhtémoc, Tlalpan, Xochimilco, Milpa Alta, Tláhuac, Benito Juárez, Miguel Hidalgo y Cuajimalpa, donde fortaleció su presencia en los últimos años.

Uno de los informes consultados refiere que la organización criminal encabezada por el capo michoacano, Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, ha intentado tomar el control de las actividades ilícitas en la capital de dos formas: en la parte operativa y de distribución de estupefacientes.

“Han sido varios intentos y no sólo en la parte operativa, sino en la distribución”. Sin embargo, se destaca en el reporte, no ha logrado hacerse del dominio como único grupo, debido a la captura de algunos de sus operadores y aliados por autoridades federales y capitalinas.

“En la Ciudad de México no tienen un grupo antagónico, no es como en otros estados donde para que el Cártel Jalisco Nueva Generación ingrese, tiene que enfrentarse, sino que aquí lo que les impide el ingreso tal cual, ha sido la propia autoridad”, señala.

A través de La Anti-Unión Tepito, el Cártel Jalisco Nueva Generación ingresó a la capital para la venta y distribución de drogas, secuestro y extorsión, pero los líderes de ese grupo, Jorge Flores Conchas, El Tortas, y Jorge Miguel Rodríguez Muñoz, El Cabezas”, fueron detenidos.

Flores Conchas, condenado por un juez federal a ocho años de prisión, recibió apoyo del Cártel Jalisco Nueva Generación, que le proporcionó recursos económicos, armas, droga, vehículos, sicarios y adiestramiento con el objetivo de ampliar su zona de operación en la capital y en los municipios de Toluca, Ecatepec, Tlalnepantla, Naucalpan, Atizapán de Zaragoza y Cuautitlán Izcalli, en el Estado de México.

Según autoridades federales, reforzaba sus células operativas en la Ciudad de México con la finalidad de tomar el control de grupos antagónicos y con disidentes de La Unión Tepito, recababa información para ubicar y atentar en contra de los líderes de esa debilitada unión.

Luego, las autoridades capitalinas capturaron a Carlos Fernando Huerta, El Viejón, quien quiso establecerse en la Ciudad de México para el CJNG, y es señalado de coordinar a los sicarios que mataron a dos ciudadanos de origen israelí en Plaza Artz, en 2019.

La Fiscalía General de Justicia de la capital desactivó en abril de este año una célula del CJNG, encabezada por María del Carmen Albarrán García, Doña Ceci, que vendía drogas en las alcaldías Gustavo A. Madero, Venustiano Carranza y Azcapotzalco.

EL UNIVERSAL publicó el miércoles que en tres años, el CJNG penetró el centro del país, con células operativas o alianzas con grupos locales, llegando a los estados de Guerrero, Morelos, Estado de México, Ciudad de México y posteriormente a Puebla, Hidalgo y Querétaro.

En 2010 nació la organización criminal encabezada por el capo michoacano, Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho, y cinco años después, en 2015, salió por primera vez de Jalisco con el objetivo de expandirse por el país para el control del tráfico de drogas, secuestro y extorsión, entre otros delitos.

De acuerdo con autoridades federales, el Cártel Jalisco Nueva Generación recluta a jóvenes de diferentes entidades y los manda a Puerto Vallarta, Jalisco, para después subirlos a la sierra donde reciben adiestramiento de exmilitares de Colombia y exintegrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), a fin de realizar operaciones muy concretas como asesinatos o la toma de territorios que buscan controlar, actividades encomendadas por sus jefes.

Su crecimiento en la zona centro facilitó su entrada a la capital del país, con el envío de pequeñas células previamente entrenadas en Puerto Vallarta, Jalisco, desde donde se coordinan muchas de las operaciones del Cártel Jalisco Nueva Generación, considerado una de las organizaciones más violentas.

“En la Ciudad de México no tienen un grupo antagónico, no es como en otros estados donde para que el Cártel Jalisco ingrese, tiene que enfrentarse, sino que aquí lo que les impide, el ingreso tal cual, ha sido la propia autoridad”, según la policía.

Con información El Universal

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