Al menos 11 millones de niñas no volverán a la escuela por COVID-19, alerta la Unesco

La educación de las niñas en los últimos 25 años ha registrado un gran avance, ya que 180 millones más de chicas se han matriculado en la enseñanza primaria y secundaria desde 1995 y hay el triple de mujeres en la universidad, según un informe publicado este viernes por la Unesco.

“Una nueva generación: 25 años de esfuerzos por la igualdad de género en la educación” es el título del Informe de Seguimiento de la Educación en el Mundo (Informe GEM) que recoge estos datos y que ha sido publicado con motivo del Día Internacional de la Niña, que se celebra hoy 11 de octubre.

Desde 1995 la tasa mundial de matriculación escolar de las niñas aumentó del 73 % al 89 %. Las mayores mejoras se observaron en África Subsahariana y Asia Meridional, especialmente en la India.

A pesar de estos datos esperanzadores, alrededor de 11 millones de niñas no volverán a las aulas, debido a la pandemia de COVID-19, advirtió la UNESCO.

Lo anterior, podría provocar un retroceso de 20 años al progreso hacia la igualdad género y a las niñas las pone en riesgo de embarazos adolescentes, matrimonios forzados y precoces, así como a la violencia.

“En este momento crítico, en el que la COVID-19 está exacerbando las desigualdades de género, debemos renovar nuestro compromiso con la educación de las niñas y las mujeres. El progreso en este campo repercute en varias generaciones, al igual que los retrocesos”, recalcó la directora general de la Unesco, Audrey Azoulay.

Ante esta realidad, la Unesco hace un llamamiento a nivel mundial para seguir avanzando en seis ámbitos de actuación:

  • Eliminar las disparidades entre los géneros en el acceso, la participación y la finalización de los  estudios.
  • Apoyo para asistir a la escuela a todas las niñas embarazadas y a los padres jóvenes.
  • Formar a los maestros y consejeros escolares para evitar los estereotipos negativos de género, para fomentar que más mujeres realicen estudios técnicos.
  • Asegurar que los currículos y los libros de texto representen a las mujeres del manera que no se perpetúen estereotipos de género.
  • La educación sexual debe ser accesible para todos los estudiantes como una herramienta para prevenir los embarazos precoces y también la violencia de género.
  • Fomentar que un mayor número de mujeres ocupen puestos de liderazgo. A nivel mundial, las mujeres constituyen el 94 % de la docencia en la enseñanza preescolar, sin embargo solo el 43 % en la educación terciaria o superior.

Con información de EFE y El País

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