No obstante, la inyección alcanza una eficacia del 90% si se administra media dosis seguida de una completa un mes después, según datos preliminares.
La vacuna contra el COVID-19 desarrollada por la Universidad de Oxford y AstraZeneca, que es la que se envasará en México, impidió que la mayoría de las personas contrajera la enfermedad en un ensayo a gran escala, lo cual significa un avance prometedor en la búsqueda para poner fin a la pandemia.
La vacuna evitó que un promedio del 70 por ciento de los participantes se enfermara, según muestra un análisis preliminar de los datos. Eso está por debajo del listón alto establecido por Pfizer y Moderna; no obstante, la efectividad aumentó al 90 por ciento para uno de los dos regímenes de dosificación, usando media dosis seguida de una completa un mes después. El otro método, basado en dos dosis completas separadas por un mes, mostró una efectividad del 62 por ciento.
“Estamos entusiasmados de ver un 90 por ciento de eficacia del régimen de media dosis y dosis completa”, dijo un portavoz de Astra. “Vemos mucho mérito en este régimen y ahora comenzaremos las discusiones con los reguladores para incorporar esta combinación de dosis para una mayor investigación clínica”.
Los hallazgos se revisaron después de que 131 participantes del ensayo contrajeron COVID-19. Entre los que recibieron la vacuna, no hubo casos graves de coronavirus en el ensayo y ningún participante fue hospitalizado.
Dos regímenes
Los diferentes resultados de los dos regímenes pueden generar dudas sobre la mejor manera de administrar la inyección de AstraZeneca. Los resultados también parecen un poco menos prometedores que los datos de Moderna, que dijeron que su inyección evitó que el 94.5 por ciento de los participantes del ensayo se enfermaran, según los primeros datos. Pfizer, que está trabajando con el socio alemán BioNTech, dijo que su candidata a vacuna previno el 95 por ciento de las infecciones sintomáticas.
A pesar de la aparentemente menor eficacia, el shot británico tiene algunas ventajas a la hora de distribuir. Mientras que las otras dos vacunas deben almacenarse congeladas, el jab Astra-Oxford se puede mantener a la temperatura del refrigerador, lo que facilitaría su transporte y almacenamiento a nivel mundial, particularmente en países de ingresos bajos y medianos. También tiene un costo potencialmente menor.
Los analistas de Barclays situaron las expectativas de consenso sobre lo que se consideraría un éxito de AstraZeneca entre un 70 por ciento y un 90 por ciento, tras las conversaciones con inversores en Europa y Estados Unidos.
AstraZeneca dijo que se preparará de inmediato para enviar datos a las autoridades de todo el mundo que tengan un marco establecido para su aprobación temprana. La compañía dijo que buscará una lista de uso de emergencia de la Organización Mundial de la Salud para acelerar la disponibilidad de vacunas en países de bajos ingresos.
El secretario de Salud del Reino Unido, Matt Hancock, dijo a Sky News este lunes que los reguladores británicos ahora deberán asegurarse de que la vacuna sea “eficaz y segura”.
“Si todo va bien, la mayor parte del lanzamiento será en el nuevo año”, dijo Hancock.
Revisiones continuas
Los desarrolladores de vacunas no sabrán cuánto dura la protección, ya que controlan los niveles de anticuerpos para ver qué tan rápido se desvanecen o no. Los reguladores del Reino Unido y la Unión Europea están llevando a cabo revisiones aceleradas de los resultados tanto de Astra como de Pfizer, que ha solicitado una autorización de uso de emergencia en los Estados Unidos.
Astra y Oxford han estado entre los desarrolladores de vacunas de más rápido movimiento desde el principio de la pandemia. Después de años trabajando en una vacuna contra el síndrome respiratorio de Oriente Medio relacionado con COVID, los científicos de Oxford tenían una ventaja que les permitía moverse rápidamente para crear una vacuna.
Con información BLOOMBERG