Por Fernando Espinosa Rúa
El sexo es discutido, disfrutado, practicado, libera tensiones, es decir, suele resultar estimulante, además de tener varios beneficios para la salud, aunque esté lleno de prejuicios, tabúes, mentiras y de doble moral.
El sexo es una parte muy importante en la vida del ser humano, pues se sabe que una vida sexual satisfactoria puede influir positivamente en el estado anémico y físico de los individuos. Sin embargo, algunos jóvenes son presionados por familiares, generalmente, del mismo sexo para tener una vida sexual activa desde el inicio de la adolescencia y la técnica que se utiliza es insinuar que si no lo hacen podrían ser considerados como homosexuales, cuando momentos atrás estos chicos eran considerados seres asexuados. Así, llenos de miedos son empujados a tener relaciones sexuales, algunas veces con trabajadoras sexuales en un acto que muchas veces no es muy satisfactoria y ni conlleva a una enseñanza de las artes amatorias, algunos adolescentes están todavía sin descubrir su inclinación, y la mayor de las veces la presión familiar los orilla casarse y con ello, llevar una doble vida, que no les hace sentir satisfechos ni felices.
A este respecto, recuerdo en mi adolescencia una discusión entre amigos, pero hasta hace poco descubrí un texto de Theodor H. Van de Velde, quien fue director del Instituto Ginecológico de Haarlem. Su libro Het volkomen huwelijk (El matrimonio perfecto,1926) lo hizo internacionalmente conocido. El libro versaba sobre la vida erótica y la sexualidad, animando a los matrimonios a disfrutar del sexo, que me recuerda aquella charla.
Una vez Val de Velde comentando con su discípulo sobre su manual de sexualidad decía
-Maestro estoy perplejo ante un aspecto de su obra.
– ¿de qué se trata?
-Si no he comprendido mal su libro, usted opina que la novia debe llegar virgen a la noche de bodas.
-Naturalmente- responde Van de Velde.
-pero usted dice que un marido debe llegar al matrimonio ya experimentado sexualmente.
-Así es. No debemos confiar una potranca que nunca ha sido montada a un jinete que nunca ha cabalgado antes.
-más adelante, usted se opone al adulterio.
-es el destructor de la felicidad conyugal.
– y denuncia el trato con prostitutas …
-con toda mi vehemencia,
– entonces, ¿con quién puede adquirir el novio su experiencia pre conyugal?, pregunto triunfalmente el joven. Van de Velde quedose confundido, por fin halló la respuesta y dijo: siempre hay viudas.
Hace ya casi 100 años de que Van de Velde escribió aquellas recomendaciones exclusivamente para matrimonios donde a los jóvenes se les negaba la posibilidad de descubrir su sexualidad y son Ideas que se siguen reproduciendo como es el caso del libro “Juventud en éxtasis” de Carlos Cuauhtémoc Sánchez que a través de ejemplos en un lugar que parece no ser México; lleno de falacias, (argumentos que parecen validos que se utilizan para persuadir o manipular a los demás), y de silogismos, (razonamientos formados por dos premisas para dar una conclusión que no necesariamente puede ser cierta). Lo que hace con su libro, que lo recomiendan en muchas escuelas como libro de texto, es impulsar el conservadurismo que impera en los diferentes sectores de la población. Llevar un control sobre los cuerpos de los adolescentes.
A lo que recurro apreciable lector, ¿Tu primera experiencia sexual fue placentera?
Generalmente es llena de miedos, en pleno desconocimiento de la situación, en especial si es la primera vez para ambos. tal parece que en nuestra sociedad las enseñanzas sexuales van encaminadas a prevenir embarazos y enfermedades de transmisión sexual que a mostrar cómo se puede tener un buen disfrute sexual.
Y es que todavía no les hablamos a nuestros hijos de sexualidad, de crecimiento, de respeto, de empatía, de diversidad, de libertad, de responsabilidad y de salud, de cómo acariciar, de cómo obtener más placer, más orgasmos, cómo sentir nuestro deseo y abrazarlo, cómo respetarnos a nosotros mismos en ese encuentro. Si el contacto físico y la sexualidad fomentan los vínculos y estrechan los lazos dentro de una comunidad, ¿por qué no enseñar cómo conseguirlo?
En 1998, Cristóbal Henestrosa, escribe un libro llamado “la juventud merece el éxtasis” que nos recuerda la importancia de la lucha por las libertades sexuales, y pone en claro que los adolescentes en plena euforia hormonal jamás cesaran en la búsqueda de satisfacer sus deseos, por lo que es importante generar una mejor alternativa para una sexualidad activa y responsable.
Recordemos que La sexualidad en casi todas las grandes culturas universales fue un motivo sagrado, de veneración y profundo respeto; porque ello constituía el arcano fiel de su existencia, es decir, la vida, la continuidad de la especie humana y el poder supremo que enfrenta a la muerte.