En la actualidad únicamente hay un 1% de posibilidades de que un cuerpo celeste de 100 metros de ancho choque con la Tierra en los próximos 100 años.
Investigadores del Centro Nacional de Ciencias Espaciales de China pretenden enviar más de 20 de los mayores cohetes del gigante asiático para practicar el rechazo de un asteroide de tamaño considerable. En caso de que una roca pueda suponer un riesgo de colisión con nuestro planeta, esta técnica podría detenerla.
Pese a que pueda parecer una idea de ciencia ficción como se simula en la película Armageddon, la realidad dice lo contrario. Así, Estados Unidos tiene previsto lanzar una nave para interceptar dos asteroides cercanos a la Tierra en algún momento entre finales de 2021 y principios de 2022. Éste será el primer intento de la humanidad para intentar cambiar el rumbo de un elemento de estas características.
1,4 veces el radio de la Tierra
Y ahora, los especialistas chinos han descubierto en varias simulaciones que 23 cohetes Long March 5 golpeando a la vez a estos cuerpos celestes podrían desviarlo de su trayectoria original en una distancia 1,4 veces el radio de nuestro planeta.
Para hacer estas pruebas, se basaron en el asteroide Bennu, que orbita alrededor del Sol y que es potencialmente peligroso de causar daños continentales. Aunque la probabilidad de que choque con la Tierra es de 1 entre 2.700, su impacto sería catastrófico si lo hiciera.
Ahí es donde aparecen los cohetes Long March: “La propuesta de mantener la etapa superior del cohete de lanzamiento a una nave espacial de guía, haciendo un gran ‘impactador cinético’ para desviar un asteroide, es un concepto bastante bueno. Al aumentar la masa que golpea el asteroide, la simple física debería garantizar un efecto mucho mayor”, declaró el profesor Alan Fitzsimmons, del Centro de Investigación de Astrofísica de la Universidad de Queen’s Belfast.
Bajas probabilidades
Los expertos calculan que en la actualidad únicamente hay un 1% de posibilidades de que un asteroide de 100 metros de ancho choque con nuestro planeta en los próximos 100 años. En el caso de Bennu, el porcentaje desciende más aún, tal y como detalló el profesor Gareth Collins, del Imperial College de Londres: “Algo del tamaño de Bennu colisionando es unas 10 veces menos probable”.
Por eso, la opción que manejan los expertos es desviar la trayectoria de los asteroides. Este procedimiento representa un riesgo menor que hacerla estallar con explosivos nucleares, ya que en ese supuesto se podrían crear fragmentos más pequeños cuyo rumbo sería desconocido: “Es posible defenderse de los grandes asteroides con una técnica libre de armas nucleares dentro de 10 años”, puntualizó el investigador Li Mingtao al South China Morning Post.
Con información AS