El tamaño de las gotas infectadas que una persona expulsa al toser, estornudar u otras acciones es uno de los factores que determina el tiempo de permanencia de las partículas con SARS-CoV 2 en el aire.
Hace unos meses, científicos descubrieron que el virus SARS-CoV 2 causante de la COVID-19 se contagia y se propaga al inhalar aerosoles con partículas virales que se acumulan y permanecen en el aire, sin embargo, un nuevo estudio señala que la permanencia de dichas partículas en el ambiente podría ser mayor de la que se estimaba.
Investigadores de Australia, Italia y Estados Unidos encabezaron un estudio, con el cual descubrieron que los aerosoles emitidos por personas infectadas al respirar, toser, hablar, gritar o cantar, no desaparecen de forma rápida como indicaban otras investigaciones, sino lo hacen lentamente.
Los resultados de la investigación realizada por científicos de la Universidad Técnica de Viena, Austria, en colaboración con la Universidad de Padua, Italia, fueron publicados en la revista científica PNAS de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
En el artículo detallan que son varios los factores que determinan el tiempo de permanencia de los aerosoles cargados con partículas virales en el aire, y uno de ellos es el tamaño de las gotas infectadas que una persona expulsa al toser, estornudar u otras acciones.
“Consideramos la misma emisión (número de gotas, distribución del tamaño de la gota y velocidad inicial) y cambiamos los parámetros ambientales como la temperatura y la humedad, y observamos una fuerte variación en la evaporación o condensación de las gotas de acuerdo con su microambiente local de temperatura y humedad”, explican.
¿Cuánto duran las partículas con SARS-CoV 2 en el aire?
Este nuevo estudio señala que la permanencia de los aerosoles emitidos por personas contagiadas de COVID-19 podría ser hasta 200 veces mayor a lo que indican otras investigaciones, las cuales señalaban que la vida “útil” del virus SARS-CoV 2 oscilaba entre una a dos horas en lugares cerrados y a temperatura ambiente.
“Nuestro análisis sistemático confirma que la vida útil de las gotas es siempre aproximadamente un orden de magnitud mayor en comparación con las predicciones anteriores, en algunos casos hasta 200 veces”, detallan.
Y ¿Qué pasa en lugares abiertos?
El estudio señala que los aerosoles contaminados permanecen meo tiempo en el aire gracias a que están en movimiento, sin embargo, aclara que estar en espacios abiertos no garantiza evitar contagios, debido a que las partículas con el virus SARS-CoV 2 pueden caer o ser inhalados por las personas.
La importancia del uso del cubrebocas
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), la COVID-19 se transmite principalmente a través del contacto y de gotículas respiratorias (partículas de 5 a 10 micrómetros de diámetro).
Debido a que el contagio a través de gotículas se produce por contacto a menos de un metro de distancia con una persona que presenta síntomas respiratorios, como tos o estornudos, se recomienda el uso de cubrebocas.
Sin embargo, para que el cubrebocas pueda bloquear de manera eficaz los aerosoles cargados de virus, debe ser de los materiales correctos (de uso médico, no tela) y portarlo de manera correcta, cubriendo siembre boca y nariz, indica un estudio realizado por investigadores de Estados Unidos, Israel y Taiwan publicado en la revista Science.
Con información de Expansión