Los bares de la colonia Roma en la Ciudad de México, se han convertido en una zona de tolerancia para la delincuencia común que ha sido cooptada por la organización criminal la Unión Tepito.
Con la utilización de diversas sustancias psicoactivas en los últimos 11 años, han robado y violado impunemente a mujeres y hombres que son asiduos a bares, 3 en la colonia Roma y otro en Bosques de las Lomas de acuerdo con las investigaciones que realiza la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
Sustancias psicoactivas que son incoloras e inodoras que se derivan de plantas o medicamentos que se pueden administrar vía oral o cutánea, cómo la escopolamina entre otros medicamentos mezclados.
Grupo Imagen obtuvo dos testimonios de dos mujeres que asistieron al Café Paraíso y Bar Janis, ubicados en la colonia Roma. Omitimos sus nombres verdaderos, y las llamaremos Carmen y Paola.
A principios de octubre, Carmen acudió al Café Paraíso, tomó un taxi de aplicación y dos horas de su vida, quedaron borradas de su mente. Fue víctima de los delincuentes que utilizan la droga llamada burundanga a la salida de este establecimiento.
La droga conocida como burundanga o escopolamina, se le puede administrar a la víctima en un periódico, una servilleta, un billete, la ropa o en las pulseras que dan en los centros nocturnos.
También se puede aplicar en un beso, oliendo un pañuelo, un soplido o por medio de dulces, chocolates, refrescos, café, licor, cigarro o agua.
Estas drogas no dejan rastros en el cuerpo a pesar de que se hagan un antidoping.
Las investigaciones que realiza un grupo especial de la policía de investigación de la Fiscalía capitalina, se enfocan en meseros, cadeneros, barman y taxistas de aplicación.
Esta forma de delinquir, es conocida como sumisión química, debido a que las víctimas ceden a todas las indicaciones de los delincuentes, sin oponerse.
Es decir, las obligan a dar sus nips de tarjetas bancarias, claves de aplicaciones de bancos para realizar pagos o retiros en efectivo.
Los delincuentes que utilizan estas sustancias psicoactivas, han cometido homicidios, desaparición de personas, secuestro, secuestro exprés, tráfico de personas; sin embargo, se utiliza más para delitos de abuso sexual, robo y extorsión.
Con información Excélsior
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