Como si fuera todo un reto para sus fans, los australianos de Tame Impala eligieron el 10 y el 11 de marzo como las fechas en las que se reencontrarían con sus seguidores mexicanos, quienes a pesar del tránsito de viernes de la capital del país, lograron llegar a tiempo al Palacio de los Deportes para disfrutar de The Slow Rush, la gira que trajo a la banda de vuelta.
Con un anuncio creado por inteligencia artificial en el que se les anunciaba a los asistentes el efecto que tendría la velada en ellos —y que podría durar hasta 48 horas— al mejor estilo de The Matrix, fue como Tame Impala le dio la bienvenida a los 20 mil asistentes que abarrotaron el Palacio de los Deportes en el regreso de los australianos a México.
Un viaje visual en el que los gráficos que se proyectaban en la pantalla del escenario no sólo le daban una atmósfera a las canciones, sino un sentido a las mismas fue la constante, así fue como Kevin Parker —quien sufrió una fractura de cadera, fue operado, le colocaron dos tornillos y decidió no fallarle a sus fans—, Dominic Simper, Cam Avery, Jay Watson y Rafael Lazzaro-Colon hipnotizaron a sus seguidores con temas como One More Year, Borderline —del disco que da nombre a la gira— y Nangs.
Muchas gracias, ¿cómo están? Los amo muchísimo, muchísimas gracias por venir”, lanzó Parker, quien en días pasados informó que se había fracturado la cadera corriendo un medio maratón, sin embargo, puso empeño en su recuperación y ayer estuvo en el escenario del recinto de la alcaldía Iztacalco, y hoy repetirá la dosis una vez más.
Si bien la pantalla central del escenario fue un elemento básico en The Slow Rush, el sistema de iluminación fue el complemento prefecto, convirtiendo al Palacio de los Deportes en uno de esos recintos en donde el público se baña con las luces de colores que provocan emociones y atmósferas entre canciones.
Así, con ese espíritu y sonoridad que caracteriza a la banda —integrada por multiinstrumentistas— llegaron temas como Mind Mischief, Breathe Deeper, Posthumous, Elephant, Lost in Yesterday y Apocalypse Dreams.
Bueno, estamos de regreso en la Ciudad de México y éste es el show que han estado esperando, así que espero que lo disfruten. Es un show diferente porque mi cuerpo está un poco roto, pero mi espíritu no. Tal vez no pueda bailar como antes, pero espero no les importe, podríamos hacer esto al estilo de la Ciudad de México”, lanzó Parker para enloquecer al público.
Cada banda tiene su tribu, si bien en el recinto que se encuentra cruzando Río Churubusco, el Foro Sol, donde tocó Grupo Firme, la constante eran chicas en tacones y top, y sombreros que usaban tanto ellas como ellos; en el Palacio la cosa era más relajada, las chicas usaban pantalones baggies, tops, tenis y los chicos jeans, tenis y playeras con personajes como Snoopy o Mickey Mouse.
Un diluvio de sensaciones fue lo que logró la sincronización de luces que, entre rayos láser que cruzaban las estructuras que sostienen el recinto, las luces que con su sincronización lograron que en el techo del lugar pareciera que había nubes y los gráficos de videos casi en 3D, emocionaron a la audiencia en temas como Mutant Gossip/Let It Happen, Feels Like We Only Go Backwards, Glimmer, Eventually y Runway, Houses, City, Clouds.
Tras poco más de 70 minutos de haber empezado el show, sin contar los 30 minutos que tuvo Cuco, el abridor, Tame Impala le dio un último baño de su indie-psychodelic rock con temas como New Person, Less I Know y One More Hour, con la cual cerraron la velada.
Con información de Excelsior
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