Fue en 2010 cuando Pixies, la legendaria banda de rock alternativo ofreció su primer show en solitario en la CDMX y como bien dicen: ‘uno siempre vuelve a los lugares donde fue feliz’, y la agrupación regresó al recinto la noche de ayer para vivir un reencuentro lleno de emoción, nostalgia y mucho rock.
Considerados como una banda de culto del rock (inspiración de otras legendarias como Nirvana) los músicos probaron el por qué siguen siendo acreedores de tal lugar, ofreciendo un espectáculo en el que, sí bien el pretexto era promocionar su más reciente álbum Doggerel, lanzado el año pasado, también aprovecharon para entonar algunos de sus mayores éxitos como Where Is My Mind? y Here Comes Your Man, complaciendo por completo a sus fans.
Desde un par de horas antes de la cita, los fanáticos se dieron cita en el lugar, hombres y mujeres cincuentones en su mayoría, quienes hacían notorias sus ganas de ver a sus ídolos tomándose selfies desde la entrada para inmortalizar el momento y haciendo tumultos en los puestos de la mercancía oficial, dispuestos a llevarse lo que fuera.
Para recalcar a qué venían, la mayoría acudió vestido para la ocasión presumiendo sus looks rockeros con sus chamarras de cuero, camisetas sin manga, pantalones pegados, sumando parches y cadenas, siendo la chela el toque final para estar completamente listos para el encuentro.
Ansiosos, pasadas las 21:00 horas, comenzaron a exclamar por su banda.
¡Pixies!”, aclamaba la audiencia, cuyas plegarias fueron escuchadas minutos después.
Tras un oscuro, con el sonido de los sintonizadores y guiados por la voz de su vocalista, Black Francis, los cuatro músicos aparecieron desfilando y saludando a la audiencia, que los recibió entre chiflidos y gritos.
Con cuatro reflectores gigantes anaranjados de fondo como escenografía principal, la banda dio inicio a su velada en la que encendió los ánimos desde los primeros acordes de la guitarra y la potente a voz de su líder bajo Cactus.
The holiday song llegó luego de una tétrica carcajada hecho por Francis, le siguieron Mr.Grieves, Vamos, Nimrod’s Son y Ana, con los que lograron poner a dar saltos a su público, que respondía a los rugidos y potentes beats de la batería en las manos endiabladas de David Lovering.
Los temas fueron acompañados únicamente por un par hileras de reflectores cuyos colores eran intercambiando depende la rola, pero es que no necesitan más entretenimiento que el que ofrecen los músicos, siendo una de esas bandas donde todos deslumbran.
El siguiente set contó con temas como Death Horizon, Who’s More Sorry Now?, Haunted House, Hey, Get Simulated y Here Comes Your Man, con los que lograron hacer enloquecer a sus fans, que respondieron a su energía entre saltos y el clásico movimiento de menear melenas sin control.
Fascinados por la entrega de los artistas, incluso cuando ninguno se animó a ofrecer unas palabras para su público, los asistentes se emocionaban número tras número, y pertenecientes a la vieja escuela, prefirieron vivir el momento sin interrumpir para grabar, aunque algunos no pudieron con la tentación y para la mitad ya no pudieron dejar el teléfono abajo.
Monkey Gone To Heaven, Caribou, Debaser, Head On, Isla de Encanta y Wave of Mutilation también formaron parte del set con el que pasaban de un rock tranquilo y relajante a poderosos estruendos que se asemejaban a la tormenta que los recibió en la CDMX previo al show.
Tras hora y media de show la agrupación se despidió bajo su himno Where Is My Mind?, número que se llevó todos los elogios.
Al finalizar su interpretación se tomaron unos minutos para saludar a sus fans y complacidos con el amor recíproco abrazaron la bandera mexicana que les dieron y regalaron a su público un hit más antes de partir: Winterlong, cóver de Neil Young.
Con información de Excelsior
Síguenos en:
Twitter: @ElPortalMx
Facebook: El Portal SLP
Instagram: ElPortal
TikTok :@elportalmx
Youtube: @elportalslp