La banda surcoreana de K-pop que revolucionó la industria musical acaba de publicar el libro “Beyond the Story – Crónica de 10 años de BTS”. Allí están sus grandes hitos y también sus momentos más oscurso.
Tras una década durante la cual los números y los récords dieron cuenta por sí mismos del fenómeno BTS, las 526 páginas de Beyond the Story – Crónica de 10 años de BTS (Más allá de la historia – Crónica de…), flamante lanzamiento de Penguin Random House, exploran el detrás de la escena del grupo que exportó el K-pop al mundo y revelan una historia fascinante que equilibra el frío de las matemáticas con una enorme dosis de humanidad.
Con la autoría compartida por Myeongseok Kang, crítico musical especializado en la cultura pop surcoreana y los integrantes del septeto que integran RM, Jin, SUGA, j-hope, Jimin, V y Jung Kook, y con el apoyo de una cuidadísima edición, el libro propone un recorrido minucioso por la trayectoria de una de las apariciones más sorprendentes en la industria de la música en lo que va del siglo.
Basta con revisar los antecedentes que el K-pop registra en la prensa occidental y la difusión que sus exponentes -que los hubo- tuvieron en los medios del hemisferio “anglo” de la música popular antes del debut del grupo, el 12 de junio de 2013 con el estreno de 2 Cool 4 Skool, y más acá en el tiempo con el lanzamiento de la serie The Most Beautiful Moment in Life (El momento más hermoso de la vida), en 2015, para entender que hay un antes y un después de BTS para el género.
En ese sentido, la condición de ser algo así como Los Beatles del K-pop convirtió a BTS en algo más que una banda, del mismo modo que su historia comprende bastante más que la evolución de un puñado de adolescentes que coincidieron en lugar y tiempo para transformarse en la referencia de un movimiento del que poco y nada se conocía de este lado del planeta.
“BTS Beyond the story”, editado por Penguin Random House.
Razón de más para meterse de lleno en una trama de lectura ágil, que alterna la perspectiva narrativa y analítica de Kang con la primera persona de los protagonistas de la historia y que invita a su musicalización a través de códigos QR referenciados en el texto, en un combo destinado a satisfacer tanto la voracidad del fan como la curiosidad del neófito.
Siete escalas de un viaje estelar
En términos de organización de la información, Beyond the Story – Crónica de 10 años de BTS está dividido en siete capítulos, que se corresponden a las etapas de la vida del grupo: “Seúl” – “Por qué existimos” – “Amor, odio ARMY” – “Del revés” – “Un vuelo que no aterriza nunca” – “El mundo de BTS” – “Somos”.
El libro tiene una secuencia prologada por 26 páginas ilustradas con los retratos de los miembros del grupo y coronada por una cronología que destaca lanzamientos, premiaciones y otros hitos sobresalientes, como la visita a la Casa Blanca invitados por el presidente Joe Biden en ocasión del Mes de la Herencia de los Asiáticos Americanos, entre otros.
En lo estrictamente narrativo, el texto tiene punto de partida en el momento de la llegada de Min Yoongi primero, en noviembre de 2010, y Jeong Hoseokj un mes y medio más tarde en la víspera de la Nochebuena, a Big Hit Entertainment, la usina de talentos de magro presupuesto en la que se transformarían más adelante en SUGA y j-hope. El punto de llegada es en un tiempo de post-pandemia próspero, con el paso por el escenario de los Grammy aún fresco y el lanzamiento de Proof, una antología editada en junio de 2022, con 48 canciones en su formato físico y 35 en el digital.
El 10º aniversario de BTS se celebró con un gran festival en Seúl. REUTERS/Kim Soo-hyeon
Entre ambos extremos transcurren las experiencias que RM, Jin, SUGA, j-hope, Jimin, V y Jung Kook alternan con la información “dura” que enriquece un relato que va y viene constantemente del plano estrictamente artístico al de la cotidianidad que hizo de siete perfectos desconocidos una “familia”, con todo lo que eso significa en cuestiones de convivencia.
Pero si hay algo que vuelve más interesante aún a Beyond the Story – Crónica de 10 años de BTS es que a través de ese zigzagueo narrativo es posible acceder a la trastienda de una factoría cuya materia prima está constituida ni más ni menos que por adolescentes con aspiraciones de transformarse en “idols”, de los cuales, por supuesto, la inmensa mayoría queda en el camino.
¿Quieren fama? La fama cuesta
En un video viral de fácil acceso, Charly García cuenta la historia de un hombre que le pregunta a un gurú dónde está el éxito, tras lo cual va en la dirección indicada y recibe una golpiza; una vez, dos veces, hasta que en la tercera ocasión en la que repite su pregunta, dispuesto a golpear a su guía, el gurú responde: “El éxito está ahí, después de las trompadas”.
Algo de eso hay en la historia que desandan los BTS a lo largo de los primeros capítulos del libro. Las 14 horas de trabajo diario, el entrenamiento coreográfico “fotograma a fotograma”, las dietas para optimizar el estado físico y la imagen, la presión por conseguir con cada lanzamiento números que superaran al previo, los años de “trainees” antes de plantarse por primera vez delante del público, la lejanía de sus familias son algunas de esas trompadas que los siete “idols” tuvieron que soportar en esa búsqueda del éxito que ninguno de ellos disfraza con otros objetivos menos “banales”.
La popular banda de K-pop llevó a cabo una performance que recordó a la presentación de The Beatles en The Ed Sullivan Show
“Al principio no nos compenetrábamos bien. Nuestros orígenes eran muy diferentes y queríamos cosas distintas. Uno decía: ‘Quiero ser músico’, y otro: ‘Yo sólo aspiro a subirme a un escenario’”, cuenta j-hope. “En We are Bulletproof PT.2, todos teníamos que mostrar los abdominales, así que hacíamos ejercicio y no podíamos comer lo que queríamos por la dieta que nos habían pautado”, recuerda Jin.
Sin embargo, a lo largo del texto se desprende que bajo esa aparente carrera superficial con base en una imagen que bordea la perfección subyacía un insoslayable interés por hacer buenas canciones y por crear dentro de las fronteras del K-pop un discurso que superara aquellos límites que lo enmarcaban hasta el momento en que la banda salió a escena. Ahí, en ese plan, el amor de sus integrantes por el hip-hop, el rap, el soul y el R&B sumaron elementos a un combo que rompió el molde.
La estrategia menos pensada
Una vez más, entonces y con los riesgos que supone, es posible establecer algún paralelismo entre el plan BTS con el plan Beatle; y si a los de Liverpool no les dieron cabida en la productora Decca y tuvieron que hacerse de abajo, los coreanos fueron algo así como la última esperanza de una empresa que se iba a pique y apostó por ellos como tabla de salvación, apelando al artesanado antes que a la producción en serie.
A propósito, vale la pena pegarle una visualización al remedo que el grupo hizo de la presentación de The Beatles en el Ed Sullivan Show, con Stephen Colbert como anfitrión en aquel mismo escenario desde el cual los Fab Four se catapultaron al planeta entero.
BTS en la Casa Blanca. (Foto AP/Evan Vucci, archivo)
Pero, volviendo a la cuestión artesanal, Beyond the Story – Crónica de 10 años de BTS revela de qué modo no haber sido parte de una compañía poderosa obligó a los propios RM, Jin, SUGA, j-hope, Jimin, V y Jung Kook a idear distintas estrategias para llegar a un público que aún iba creciendo a cuentagotas.
En ese plano, si bien las redes sociales jugaron un rol determinante, el relato devela de qué manera la decisión de los propios artistas de exprimir su libertad de mostrarse en el detrás de escena como personas imperfectas y sensibles abrió una línea de comunicación con sus fans ya en nivel ARMY, amplificada por el despojo con que resolvieron volcar sus emociones y angustias personales en sus canciones, construidas también al estilo del cantautor clásico.
Fue esa diferencia la que definitivamente terminó de solidificar la alianza entre el septeto y sus seguidoras y seguidores, que obligaron a la industria del pop -periodismo incluido- a tomarse en serio a esos siete muchachos de Corea del Sur que ponían en aprietos a los encargados de premiar “lo mejor de la música del mundo” sin resignarse a que los galardones más preciados terminaran en la vitrina de alguna oficina del continente asiático.
No todo lo que brilla es oro
Bellos, ágiles, dueños de una sincronización casi imposible de lograr sin haber sido robotizado, eternamente adolescentes, sensuales y ambiguos, no son pocos los artistas del K-pop que aún habiendo alcanzado el éxito tuvieron finales poco felices. Ni qué pensar de los miles y miles que no lograron ser parte de ese puñado de aspirantes que lograron su objetivo.
Una tienda de Nueva York dedicada exclusivamente a merchandising de BTS. REUTERS/Mike Segar
Aún así, conociendo la marcha a paso firme que BTS mantiene desde 2018, cuando el lanzamiento de su tercer álbum, Love Yourself: Answer, con temas como “Euphoria”, “DNA” y “Fake Love”, marcó algo así como el comienzo de la era de la madurezdel septeto, sorprende el contraste que plantean textuales como aquel en el que Jin confiesa lo que le costaba escribir una canción. “Llegaba el momento y me decía: ‘¡Pfff, da igual!’ Era tan angustiante que bebía y luego seguía escribiendo borracho…”, revela el libro.
Tanto como otro en el que RM recuerda haber pensado que ya no habría un tercer trabajo conjunto, o uno en el que Jimin abre las puertas del cuarto en el que se encerraba a emborracharse. Es que, sí, los chicos de BTS también beben para olvidar (o al menos alguna vez lo hicieron). Y, a veces, de más.
En medio de ese panorama, enriquecido con fotos de excelente calidad que permiten ver a la par de la evolución de la banda las mutaciones estéticas de sus integrantes y del colectivo, el libro avanza de álbum en álbum -son nueve los que lleva editados el grupo, además de la Antología– y se detiene en canciones que marcaron hitos en su historia -“On”, “Dynamite”, “Boy With Luv”, “Black Swan” y “Butter”, entre ellas-.
Y, además, recorre algunas de las giras que llevaron a pasear al grupo por el mundo, refleja los movimientos de BTS en los días de pandemia y cierra con dos hechos trascendentales: la colaboración con Coldplay en la grabación de “My Universe” y la participación en un evento sobre los Objetivos de Desarrollo Sostenible en el contexto de la Asamblea General de Naciones Unidas. Para apenas 10 años de historia, toda una vida.
Con información Infoabe
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