Por: Wolfgang Erhardt, Vocero Nacional de Buró de Crédito
¿A quién no le gustaría estrenar un coche? ¡Ese olor a nuevo! Opciones para comprarlo hay muchas: de contado, a crédito, o con arrendamiento. Está en ti elegir el mejor esquema.
La mejor forma de adquirir un coche es, sin duda, de contado pues uno se ahorra los intereses de un crédito y es más fácil negociar el precio del vehículo e incluso algunos extras o accesorios sin costo. Importante también es el considerar cotizar en la agencia y fuera de ella el costo de un buen seguro. Hablando brevemente de los seguros para automóviles, ¿sabía usted que personas con un buen Reporte de Crédito en Buró de Crédito son menos propensas a tener un accidente y este hecho lo puede evaluar una aseguradora a través de un Score especializado de seguros como parte de sus parámetros de riesgo para determinar el costo de la póliza? Bueno, ahora que ya la sabe tiene otro buen motivo por la cual cuidar el pago y uso de sus créditos. Otros factores que pudiesen considerar las aseguradoras son el modelo, color y edad del vehículo, la edad del conductor, el código postal del domicilio donde habitará el vehículo, si tiene garaje o no, entre otros.
Volviendo al coche, otra opción para realizar la compra es a través de uno esquemas de financiamiento, es decir a través de un crédito que por supuesto formará parte de su historial crediticio en Buró de Crédito. Recordemos que, como en todo buen crédito, lo primero que tenemos que calcular es nuestra capacidad de pago haciendo nuestro presupuesto para tener la certidumbre de que podremos pagar todos nuestros compromisos.
Igual de importante es definir si va a querer comprar un coche cero kilómetros, un auto demo, o uno usado. Dentro de esa evaluación, también hay que pensar en que el coche vaya a cumplir con sus necesidades de transporte, carga, seguridad, comodidad y rendimiento. Y hablando de características también hay que evaluar si el automóvil será a gasolina, si será un híbrido, un híbrido enchufable, o uno totalmente eléctrico. Y si es eléctrico hay que revisar si la compañía de luz puede instalarle un medidor con luz a 220V para que el auto se
carga rápido, cotizar el cargador (si este no viene incluid con el coche) y su instalación. Recuerde que hay costos adicionales que tomar en cuenta como una garantía extendida, los servicios, la tenencia, emplacamiento vehicular y verificación (depende de las políticas del Estado donde vivas).
Si decides que el crédito es tu mejor opción puedes acudir, por ejemplo, a un banco o directamente con las agencias automotrices. Bien vale la pena comparar los esquemas, plazos y costos que cada uno te ofrece para elegir el que más te convenga. Hay algunas instituciones que ofrecen tasas de interés más bajas cuando adquieres un automóvil híbrido o eléctrico.
Generalmente, para tramitar tu crédito necesitarás tener una cuenta bancaria abierta, comprobante de identificación oficial, comprobar ingresos, tener un historial atractivo en Buró de Crédito, o contar con un aval (alguien que se haga responsable del crédito en caso de que no cumplas con los pagos).
Otra opción es el arrendamiento (leasing); un instrumento a través del cual una empresa arrendadora compra el coche y te concede su uso durante un plazo forzoso a cambio de una renta que las partes fijan por un tiempo determinado. Esta renta, incluye cosas como: el seguro, los costos de investigación para el crédito, las comisiones, placas y tenencia, etc.
Una vez que termina el plazo, tú (el arrendatario/ cliente) tienes la opción de devolver el vehículo a la arrendadora o comprarlo, pagado un monto que, por lo general, ya está establecido en el contrato.
A diferencia de comprar un coche al contado, con el arrendamiento estarás obligado a darle el mantenimiento necesario en agencia. Adicionalmente, no podrás modificarle o cambiarle nada al automóvil. Este esquema es fiscalmente interesante para las personas físicas con actividad empresarial.
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