Se exploran dos antiguas lenguas, el sumerio y el egipcio, datadas alrededor del 3000 a.C., arrojando luz sobre los primeros registros escritos de la humanidad.
En la travesía por descubrir cuál fue la primera lengua del mundo, nos adentramos en una exploración que va más allá de las barreras del tiempo y la diversidad lingüística. El vídeo ¿Cuál fue el Primer IDIOMA del MUNDO? disponible en Youtube nos invita a sumergirnos en un viaje fascinante hacia los orígenes del lenguaje humano.
Se exploran dos antiguas lenguas, el sumerio y el egipcio, datadas alrededor del 3000 a.C., arrojando luz sobre los primeros registros escritos de la humanidad. El sumerio, como lengua aislada y ergativa, se distingue por su singularidad gramatical, mientras que el egipcio, parte de la familia afroasiática, revela diferencias fonéticas y gramaticales.
La intrincada exploración de las antiguas lenguas, como el sumerio, revela conceptos lingüísticos únicos. Entre ellos, la gramática ergativa del sumerio es un fascinante enigma. En este contexto, el término “ergativo” señala una estructura gramatical donde el sujeto de una oración transitiva se marca de manera diferente al sujeto de una oración intransitiva. Esta distinción ergativa, un rasgo distintivo del sumerio, resalta la complejidad gramatical de esta lengua antigua.
Por otro lado, el sumerio se caracteriza como una lengua aislante, fenómeno que destaca la simplicidad estructural de las palabras. En una lengua aislante, las palabras tienden a ser independientes y no se suelen agregar muchos afijos o morfemas. Cada palabra, por lo tanto, lleva consigo un significado claro y no se ve afectada por la morfología compleja. Este atributo aislante del sumerio sugiere que, en sus formas más primordiales, las palabras eran unidades discretas con funciones claras, proporcionando una visión intrigante de cómo la comunicación inicial podría haberse llevado a cabo.
La diversidad lingüística actual, representada por lenguas derivadas de un origen común, como español, catalán, valenciano, gallego, portugués e inglés, ilustra la capacidad de las lenguas para divergir con el tiempo. Este fenómeno refleja la dinámica natural de la evolución lingüística y la adaptación a diversas geografías y culturas.
La reconstrucción lingüística, un desafío clave, se aborda considerando la complejidad del método comparativo y la dificultad de reconstruir lenguas sin registros escritos. La incertidumbre en torno a la existencia de un protolenguaje común añade un matiz de misterio a nuestra comprensión de las raíces lingüísticas.
En última instancia, la respuesta sobre cuál fue el primer idioma del mundo se ve envuelta en la neblina del tiempo y la falta de evidencia concreta. Aunque el video sugiere que, de existir, esa lengua primigenia podría haber sido aislante, la complejidad del proceso evolutivo de las lenguas y la falta de un consenso absoluto nos conduce al punto de partida, aún no tenemos respuesta a esa intrigante pregunta.
Con información El Imparcial
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