El módulo Peregrine, que partió este lunes a la Luna tras más de cincuenta años del último alunizaje de Estados Unidos, tan solo tiene 40 horas de combustible lo que no le permitirá llegar a su destino planeado para el 23 de febrero, informó la compañía Astrobotic.
El módulo contiene la primera misión lunar mexicana conocida como ‘Proyecto Colmena’, desarrollada por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
La Misión Peregrine Uno (PM1) se lanzó con éxito la madrugada del lunes sobre el nuevo y poderoso cohete Vulcan Centaur de United Launch Alliance (ULA) desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral en Florida pero a las pocas horas empezó a perder energía.
Aunque los ingenieros habían logrado reorientar los paneles del módulo hacia el Sol para su abastecimiento energético y habían recobrado la comunicación con la nave, evidenciaron una “una pérdida crítica de combustible”, señaló Astrobotic en una actualización sobre la misión.
“Si los propulsores pueden continuar funcionando, creemos que la nave espacial podría continuar en un estado estable de orientación durante aproximadamente 40 horas más según el consumo actual de combustible”, ahondó la compañía basada en Pittsburgh (Pensilvania).
Ante el nuevo panorama, Astrobotic dijo que ahora el objetivo es acercar al módulo Peregrine “lo más posible” a la Luna antes de que pierda potencia.
El módulo tenía por delante un viaje de 46 días para llegar a la superficie lunar y convertirse en la primera nave estadounidense en alunizar desde 1972.
La NASA aseguró este lunes que, pese al “revés” del módulo lunar tiene “más herramientas para explorar el espacio”. Su administrador, Bill Nelson, resaltó en redes sociales el “éxito” de hoy del nuevo cohete Vulcan Centaur.
Astrobotic también trabaja con la NASA “para determinar el impacto de las cinco investigaciones científicas de la agencia a bordo de la nave espacial Peregrine”, como el mexicano Proyecto Colmena de la UNAM.
Los cinco micro robots mexicanos fueron desarrollados por el Laboratorio de Instrumentación Espacial del Instituto de Ciencias Nucleares (LINX-ICN), de la máxima casa de estudios.
Se trata de exploradores de unos 12 centímetros de diámetro y de menos de 60 gramos de peso. Cada uno de los robots cuenta con ruedas, sensores y computadoras a bordo para la exploración lunar y de la minería espacial. En el proyecto Colmena participaron aproximadamente 250 estudiantes liderados por el Dr. Gustavo Medina Tanco.
El investigador del Instituto de Astronomía de la UNAM, José Franco, aseguró en Aristegui en Vivo que Colmena busca que en el futuro los robots puedan dedicarse a explorar la Luna y hacer minería espacial.
Con información Aristegui
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