Ante la actividad eruptiva del volcán de Fuego y los Colosos de Pacaya y Santiaguito, el Sistema de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) mantiene vigilancia continua para comunicar a la comunidad sobre cualquier modificación en las medidas de protección ante una posible situación crítica.
Este 13 de febrero el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología (INSIVUMEH) ha dado a conocer el más reciente boletín vulcanológico en el que informa la situación de estos tres importantes volcanes de Guatemala.
Volcán de Fuego
Actividad: Mediante el uso de sensores sísmicos y cámaras web alrededor del complejo volcánico se registra desgasificación débil sobre el cráter. También se observan de 3 a 5 explosiones débiles y moderadas por hora, estas explosiones generan columna de gas y ceniza con altura de 4500 a 4700 msnm (14764 a 15420 pies) dispersándose de forma variable al noroeste, norte y noreste. Se observan avalanchas débiles y moderadas en el contorno del cráter y en dirección a la barranca Ceniza, Taniluyá, Las Lajas y Honda. Por la noche y madrugada se observó pulso incandescente con altura de 100 a 200 metros sobre el cráter.
Volcán de Pacaya
Actividad: El observatorio del volcán de Pacaya reporta condiciones atmosféricas poco favorables para observar el complejo volcánico. Por la noche y madrugada no se observó incandescencia, no se escucharon sonidos de explosiones o retumbos, sin embargo, las estaciones sísmicas de INSIVUMEH registran eventos cortos de baja frecuencia debido al movimiento del magma y gases dentro del edificio volcánico, como también, debido a los periodos de desgasificación prolongados o abundantes en el cráter.
Volcán de Santiaguito
Actividad: El observatorio del volcán Santiaguito OVSAN reporta desgasificación débil sobre el cráter. Se registran explosiones débiles y moderadas, expulsando columnas de gas y ceniza que se dispersan de forma variable en dirección norte, noreste y este. Por la noche y madrugada se observó incandescencia constante en el cráter del domo caliente y en la parte alta del flujo de lava en dirección Oeste-Suroeste. Se registran avalanchas de bloques débiles y moderadas en el flujo de lava, en el flanco Sur y en el flanco sureste. El volcán mantiene una actividad alta debido a la extrusión de lava en bloques en la cúpula del Domo Caliente en dirección Oeste Suroeste y a lo inestable del material en el cráter, existe la probabilidad de flujos piroclásticos moderados a fuertes por lo que no se debe permanecer cerca ni dentro de los cauces de los ríos cercanos a las faldas del volcán.
Guatemala y sus volcanes
Debido a su localización en el Cinturón de Fuego del Pacífico, los volcanes cubren gran parte de la geografía del país, lo que lo convierte en una de las áreas con mayor densidad de estas formaciones rocosas.
No obstante en Guatemala se han reconocido al menos 324 estructuras de origen volcánico, el Instituto Geográfico Nacional (IGN) identifica únicamente 32 volcanes, mientras que la Federación Nacional de Andinismo dice que son 37. Los 287 restantes son denominados por el INSIVUMEH como “focos eruptivos”.
Sin embargo, independientemente de las discrepancias, en la actualidad son tres los volcanes que se encuentran activos y que son objeto de observación de las autoridades guatemaltecas: el volcán de Fuego, de Pacaya y de Santiaguito.
El volcán de Fuego y sus erupciones
Ubicado entre los departamentos de Sacatepéquez, Escuintla y Chimaltenango, el de Fuego es el estratovolcán más activo de América Central y uno de los que tiene mayor relevancia a nivel mundial.
Con más de 3763 metros sobre el nivel del mar, este volcán ha registrado a lo largo de su historia diversas erupciones violentas, como la de 1932, cuando cubrió con ceniza a la ciudad de Antigua Guatemala y algunas partes de Honduras y El Salvador; la de 1974 cuando sus flujos piroclásticos destruyeron parte de la vegetación de los alrededores y escondió parcialmente las comunidades de San Pedro Yepocapa y Acatenango.
El 3 de junio de 2018 tuvo su mayor erupción en lo que va del nuevo milenio, con columnas de ceniza que alcanzaron los 10 mil metros de altura sobre el nivel del mar. Esta actividad dejó 300 personas muertas, 200 desaparecidas y 600 lesionados; así como dos millones de habitantes damnificados.
El reporte de su última actividad fuerte fue el pasado 12 de diciembre de 2022, cuando el volcán entró en erupción dejando columnas de ceniza de 500 metros de altura y generando un flujo de lava de 800 metros, con caída de ceniza en comunidades de 45 kilómetros a la redonda.
Con información Infoabe
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