Por: Wolfgang Erhardt, Vocero Nacional de Buró de Crédito
La confianza se construye lentamente con acciones positivas pero la desconfianza se gana rápidamente. Está en ti tomar las decisiones que te lleven al amor y al crédito que deseas.
En mi colaboración pasada les comentaba que el crédito y el amor se parecen mucho y que el Mi Score crediticio (un indicador de probabilidad de pago que se puede consultar junto con el Reporte de Crédito) hasta puede ayudarte a mejorar tus probabilidades de conseguir pareja e incluso puede darte una idea de la probabilidad de que tu relación en pareja dure en el tiempo.
La clave para tener relaciones exitosas, tanto en el amor como en el crédito, es que la confianza no se pierda, sino que se fortalezca. ¿O tu estarías cómodo(a) de estar con alguien en el que no confías? O, ¿le prestarías a alguien que te genera desconfianza? Difícilmente, diría yo.
¿Y cómo podemos generar confianza? Bueno, supongamos que estamos buscando a esa persona especial y de repente conocemos a alguien nuevo(a) que nos impacta. No nos conocemos, somos completos extraños; iniciar una relación así de bote pronto, sin mayor información, sería riesgoso.
El primer paso sería decir “Hola, me llamo tal, mucho gusto” y así rompes el hielo. Por supuesto que el tono y el lenguaje corporal son tan importantes como el saludo. De ahí, hay que empezar a construir una relación llena de buenas momentos y experiencias para irnos ganando el afecto y confianza de la otra persona. Y, así continúas hasta que en algún momento llegas a cumplir con los requisitos y expectativas mínimas de amor que esa persona especial tiene y, finalmente, logras formalizar una relación. Nótese que tuvimos que trabajar en la relación; el amor no nació de la nada y, a veces, por más que se trabaja una relación se queda uno tristemente en la friendzone, un “lugar” donde se coloca a una persona con la que únicamente se quiere tener una amistad.
En el crédito pasa igual. El primer paso para ir generando confianza ante un otorgante de crédito con el que queremos tener una relación es tener un Reporte de Crédito para que éste lo pueda consultar con nuestro permiso para así tener información sobre nosotros (acciones crediticias pasadas y presentes), para conocer nuestro perfil y riesgo y así pueda determinar si podemos ser “la pareja” ideal. Como en el amor, cada quien, tendrá sus requerimientos mínimos que se necesitan cumplir. Entonces, como quedamos para tener un Reporte de Crédito necesitamos primero pedir un crédito; no importa que sea una pequeño. Es como el saludo de hace rato, puede ser una pequeña acción pero nos puede llevar más lejos.
El segundo paso es utilizar el crédito de forma responsable y ser un pagador puntual; esto es ser una persona que paga por lo menos el mínimo que le piden y lo hace a tiempo, tal
cual como indica su estado de cuenta. Ser una persona cumplida y responsable son tan sólo dos de las características que a todos nos inspiran confianza.
Con el tiempo, el Reporte de Crédito, nos generará el Mi Score de riesgo. Es un elemento más que les interesa a los otorgantes de crédito pues les ayuda a conocer el futuro de pago probable. En el amor, conocer el futuro es difícil; creo que por lo menos podemos preguntarle a la persona especial que planes a futuro tiene para darnos una idea si hay compatibilidad.
Lo que acabamos de aprender es que la confianza se construye paso a paso, con buenas acciones que nos pueden llevar a la meta de tener un amor o un crédito importante, como el hipotecario.
Ojo, las acciones negativas, de riesgo, que causan incertidumbre y desconfianza afectarán por igual a una relación de amor como a una relación crediticia. Portarse mal quita siempre más puntos de los que se obtienen con una buena acción. Si metemos la pata hay que volver a portarnos bien y continuar con esa buena tendencia para ir recobrando la confianza poco a poco. Mejor sería, claro, no calabacearla.
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