Más de 600 juristas británicos, entre los que figuran tres jueces retirados del Tribunal Supremo de Reino Unido, pidieron al gobierno que suspenda la venta de armas a Israel, elevando la presión sobre el primer ministro, Rishi Sunak, tras la muerte de tres trabajadores humanitarios británicos en Gaza en un ataque israelí.
Reino Unido es uno de los viejos aliados de Israel cuyos gobiernos enfrentan una presión cada vez mayor para frenar las exportaciones de armas ante el elevado número de víctimas registradas en los seis meses de guerra en la Franja de Gaza.
En una carta abierta a Sunak publicada el miércoles en la noche, los abogados y jueces dijeron que el país podría ser cómplice en “graves violaciones del derecho internacional” si continúa enviando armas.
Los firmantes, entre los que está la expresidenta del Tribunal Supremo Brenda Hale, apuntan que Londres está legalmente obligado a escuchar la conclusión de la Corte Internacional de Justicia, que indicó que existe un “riesgo plausible de genocidio” en Gaza.
Según la misiva, la “venta de armas y sistemas de armamento a Israel (…) incumple de forma significativa las obligaciones de su gobierno de acuerdo con el derecho internacional”.
Reino Unido es un firme aliado de Israel, pero su relación se ha visto amenazada por el creciente número de fallecidos, en su mayoría civiles, en el conflicto. Los llamados para dejar de exportar armas aumentaron desde que un ataque aéreo israelí mató a siete trabajadores de la ONG World Central Kitchen, tres de ellos británicos.
Israel afirma que el ataque a los cooperantes fue un error causado por una “identificación errónea”.
Los principales partidos de la oposición británica afirmaron que el gobierno conservador debería detener la venta de armas a Israel si el país ha violado la ley internacional en Gaza. Varios altos cargos conservadores han pedido lo mismo, incluyendo Alicia Kearns, que preside el Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de los Comunes.
Sunak no se ha comprometido a prohibir la exportación de armas, pero el miércoles dijo que “aunque, por supuesto, defendemos el derecho de Israel a defenderse y a defender a su pueblo de los ataques de Hamás, debe hacerlo de acuerdo con el derecho humanitario internacional”.
Las empresas británicas venden una cantidad relativamente pequeña de armas y componentes a Israel. El secretario británico de Defensa, Grant Shapps, indicó que las exportaciones militares a Israel en 2022 ascendieron a 42 millones de libras (53 millones de dólares).
Otros aliados de Israel enfrentan también pedidos para frenar el suministro de armas y ejercer presión para alcanzar un alto el fuego en una guerra que se ha cobrado la vida de más de 33.000 palestinos, según las autoridades de salud de Gaza.
Canadá anunció en febrero que suspendería próximos envíos, y ese mismo mes, un tribunal holandés ordenó a Ámsterdam que detuviese las exportaciones de componentes de aviones de combate F-35 a Israel. El gobierno holandés dijo que recurriría la decisión.
Con información AP
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