Un informe emitido por la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa) ha expuesto una serie de preocupantes irregularidades ambientales relacionadas con las obras del Tramo 5 Sur del proyecto del Tren Maya.
Según el informe, se han documentado incidentes como el derrame de cemento, la oxidación de pilotes, colapsos estructurales en cavernas y la extracción no autorizada de agua, entre otras violaciones.
Se detalla que varias cavernas, incluyendo Garra de Jaguar, Manitas, Ixtun, Openheimmer y Ocho Balas, han sufrido derrames de cemento debido a las actividades de colocación de pilotes para el viaducto elevado del tren. Este cemento se solidificó tanto en áreas secas como en cuerpos de agua presentes en las cavernas afectadas.
Este documento fue presentado ante el Juzgado Primero de Distrito, en Mérida, Yucatán, como parte de una demanda de amparo promovida por ciudadanos de Playa del Carmen, municipio de Solidaridad, quienes han obtenido una suspensión definitiva desde enero pasado. Sin embargo, tanto las autoridades federales a cargo del proyecto como las empresas subcontratadas no han acatado esta medida judicial.
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Profepa también confirmó la oxidación de pilotes, colapsos en techos de cavernas, modificaciones en cuevas debido a perforaciones para instalación de pilares, extracción no autorizada de agua y relleno ilegal de cavernas, entre otras infracciones a las condiciones ambientales establecidas por la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) en 2022.
Patricia Godínez, miembro de Moce Yax Cuxtalt y del movimiento Sélvame del Tren, expresó que el informe es alarmante, ya que confirma lo que se ha venido denunciando sobre los daños a las cavernas, cenotes y acuíferos. También señaló que, aparte de ignorar la suspensión definitiva, las obras continúan y la afectación se está extendiendo.
Con base en los hallazgos (…) en la visita de verificación, se advierte incumplimiento a lo establecido en la condicionante 26 [que tiene que ver con evitar contaminación y daños al sistema kárstico]”, agregó.
Tras recibir el informe de la Profepa, el juzgador emitió un acuerdo en el que expone lo siguiente:
“Se advierte con certeza suficiente que se están cometiendo daños al medio ambiente que podrían ser de difícil o imposible reparación, lo que obliga a este juzgador a mantener la medida precautoria [la suspensión] que hasta este momento sigue surtiendo efectos y, en ese sentido, no es posible ordenar su revocación como pretenden las autoridades responsables”, y ordenó una inspección judicial para acreditar el desacato a la suspensión definitiva.
El biólogo y buzo especializado en espeleología, Roberto Rojo, mencionó que los buzos, exploradores y guías turísticos que entran a estas cuevas lo hacen con precaución para proteger el ecosistema, evitando usar bloqueadores solares que puedan contaminar el agua.
Rojo criticó duramente el proyecto del Tren Maya, lamentando que el gobierno haya causado daños al romper cuevas, destruir estalactitas y contaminar el agua.
A principios de año, EL UNIVERSAL reportó la instalación de pilotes dentro de las cavernas, y el 6 de febrero los ecologistas denunciaron un derrame de cemento en la caverna Garra de Jaguar.
A pesar de inicialmente negarlo, el presidente Andrés Manuel López Obrador admitió el 11 de marzo que fue un accidente y que se estaban tomando medidas correctivas. Según expertos, los trabajadores están retirando el cemento martillándolo y recogiéndolo con cubetas.
Con información El Universal
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