K’inich Janaab’ Pakal o Pakal el Grande fue un personaje que transformó el paisaje urbano de Palenque, fue un gobernante con amplios recursos económicos, lazos de poder y una red de intercambio de larga distancia que le permitió acceder a materiales que otros no podían tener.
Nació el 23 de marzo del año 603, tuvo una infancia privilegiada, una vida sin esfuerzos físicos, así que no fue guerrero, padecía estrabismo y ostentaba una importante deformación craneal. Además, en su corte incluyó a numerosos artistas de la más alta calidad plástica, quienes hicieron grandes obras que hoy permiten saber cómo fue físicamente y cómo se distinguía del resto de la gente de su tiempo.
Así lo cuenta a Excélsior la arqueóloga y restauradora Laura Filloy Nadal, quien recién publica Pakal el Grande. Soberano maya de Palenque, la más ambiciosa biografía en torno al personaje ungido como gobernante en el año 615, cuando sólo tenía 12 años.
El volumen, publicado por el FCE, también incluye la historia de la región, la crónica de las exploraciones, desde 1773, así como las excavaciones realizadas en el Templo de las Inscripciones —único en América—, los rostros del monarca, el origen del jade de su máscara, los artefactos hallados en su sepulcro, diseñado para la eternidad, y las guerras que vivió contra Calakmul, Bonampak, Santa Elena y Pomoná.
Para conocer a Pakal —traducido como Escudo (Ave) Janaab’ de rostro Solar— se necesitaba una mirada multidisciplinaria. “Obviamente, el simple hecho de que tengamos tanta información sobre una persona que habitó en el clásico maya quiere decir que es un personaje que se distingue del resto de sus pares y, sobre todo, de conciudadanos, sus súbditos y de la corte”, afirma Filloy Nadal.
¿Fue un personaje privilegiado?, se le pregunta a Filloy Nadal. “En el caso de Pakal es interesante que, efectivamente, no realizó grandes esfuerzos físicos, es decir, no fue un guerrero ni caminó largas distancias, aunque su esqueleto tenía algunas huellas relacionadas con las insignias que portaba y que lo distinguían de sus pares, por ejemplo, ciertos desgastes en determinadas vértebras que nos permiten saber que cargaba o portaba elementos distintivos de su rango y que modificaron su esqueleto”.
¿Qué tanta presencia tuvo la mujer en la nobleza de Palenque? “La abuela de Pakal fue quien inició el linaje (que lo llevaría a su entronización), pero poco sabemos del papel de las mujeres en aquel momento, porque conocemos mucho gracias a los vestigios materiales, pero no todo se conservó.
“Alguien muy importante fue La señora Seis Cielo, una gran guerrera que extendió el reino, a la que se le dedicó una serie de estelas donde se cuentan sus logros como gobernanta, no sólo como regenta, y eso se ha ido ampliando. Además, algo que me parece interesante es ver cómo las mujeres que tuvieron un cargo importante siempre portaron una indumentaria que las distinguía del resto de las mujeres”, detalla.
Otro personaje interesante, apunta, “es la Reina Roja, de la cual ahora sabemos mucho más, gracias a los trabajos del INAH, por ejemplo: que fue madre de los hijos de Pakal, y es interesante, porque nos habla también de que ella tiene un sepulcro, no con el mismo programa iconográfico de Pakal, pero sí con un recinto funerario importante y una máscara-retrato”, aunque ésta no fue elaborada con jade, sino con malaquita.
Filloy también refiere que aún existe cierta polémica sobre la edad a la que murió Pakal, quien tendría una vida longeva, de entre 55 a 68 años. “Por un lado, está lo que se conoce a través de la escritura, es decir, lo que quisieron que supiéramos de él o la biografía autorizada y la propaganda política que legitimó su cargo”.
Pero también está lo que nos dicen los restos óseos del personaje, que es sumamente interesante, aunque éstos dejan de ser precisos a partir de la sexta década. “Sin embargo, podemos estar seguros de que alcanzó la sexta década, pero no podemos ser tan precisos”.
Por último, la experta comenta que, hasta el momento, no se han encontrado registros de escritura anteriores a Pakal el Grande, por lo que se cuenta con tres hipótesis: éstos se encuentran en un edificio aún no excavado, fueron cubiertas con los edificios construidos o fueron destruidos durante algún conflicto bélico o por ellos mismos.
- TÍTULO: Pakal el Grande. Soberano maya de Palenque
- AUTORA: Laura Filloy Nadal
- Editorial: Fondo de Cultura Económica, México, 2024; 660 pp.
Exploran el oscuro origen de Palenque
Aunque se sabe que Palenque se formó de manera tardía, hacia el 150 d.C., como resultado de las migraciones provenientes del Usumacinta, y que albergó hasta 8,000 habitantes, aún es imposible determinar sus orígenes, dice Filloy Nadal.
“Lo que habría que promover es que se empiecen a hacer estudios en las partes más antiguas (de Palenque) y en los sectores de la ciudad que no estaban dedicados al culto ni a la vida política, sino a las residencias de los nobles, y ubicar los talleres donde se produjeron los objetos de Pakal que fueron recuperados en las excavaciones”.
Además, asegura que le queda la curiosidad de imaginar y reconstruir el ritual funerario del gobernante maya, el cual está limitado a los restos materiales que podemos ver, “ya que se desconoce parte de los gestos y no conocemos las ceremonias, que debieron de haber sido impactantes para los ritos funerarios.
“Me gustaría ver hacia el pasado y apreciar el proceso entre que el gobernante muere y se hacen todos estos ritos de paso asociados a su deceso, la preparación del cuerpo, aunque sí tenemos algunas cosas gracias a la antropología física, pero falta más”, concluye.
Con información Excelsior
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