Sin límites, Alito se eterniza en el PRI; deja de lado máxima de no reelección

Con la eliminación de la máxima que le dio vida al PRI, “sufragio efectivo, no reelección”, desde los estatutos priistas se abrió el camino para que su dirigente desde hace cinco años, Alejandro Moreno, pueda ocupar el cargo por hasta ocho años más, es decir, hasta 2032.

Ayer, en el Pepsi Center WTC, en la Ciudad de México, tres mil 200 delegados cambiaron la historia de su partido, que emergió de la Revolución Mexicana y de la frase que Francisco I. Madero hizo suya para combatir a Porfirio Díaz, convertido en dictador.

Ninguno de los militantes que en los últimos años han llevado la voz cantante del priismo, como el senador electo Manlio Fabio Beltrones; la senadora Beatriz Paredes; el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, o Dulce María Sauri, expresidenta nacional del PRI, estuvieron en la XXIV Asamblea Nacional, en la cual, en sólo tres horas, cargaron con la historia de 95 años del priismo revolucionario.

Tampoco estuvo Carlos Aceves del Olmo, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), la cual rompió con el PRI, sin que se sepa cómo quedará el sector obrero del priismo.

Durante el evento, Moreno Cárdenas atacó a sus detractores, a quienes calificó de “lastres para el partido”.

“Quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con el Pemexgate; hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994) y eso le costó al PRI; no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, aseveró.

En la asamblea, el PRI también se desmarcó del neoliberalismo, adoptado por el partido desde 1982.

El PRI acabó con el “sufragio efectivo, no reelección” 

En la XXIV Asamblea Nacional priista, los consejeros nacionales abrieron la puerta para que Alejandro Moreno sea reelecto hasta por dos periodos más, lo que significa ocho años más, hasta 2032.

Augusto Gómez Villanueva, el miembro más longevo del PRI con 95 años, validó ayer la decisión de 3 mil 200 delegados de ese partido para modificar sus estatutos. Este cambio eliminó la máxima que le dio vida al PRI: “sufragio efectivo, no reelección”.

Con esta medida se abrió el camino para que su dirigente –desde hace 5 años–, Alejandro Moreno, pueda ocupar el cargo por hasta dos periodos más, 8 años, es decir hasta 2032. La próxima elección está pactada para agosto próximo.

Los priistas también acordaron en su XXIV Asamblea Nacional, que en su nueva declaración de principios el neoliberalismo sea expulsado. Desde 1982, en tiempos del presidente Miguel de la Madrid ese modelo económico fue amparado por el PRI; de ahí, la inscripción de México al TLC con Estados Unidos y Canadá, hoy T-MEC, que será revisado en julio de 2026.

Ayer domingo, en un emblema del neoliberalismo, el Pepsi Center, del WTC de la Ciudad de México, los delegados priistas cambiaron la historia de su partido que emergió de la Revolución Mexicana y de la frase que Francisco I. Madero hizo suya para combatir a Porfirio Díaz, convertido en dictador.

Ninguno de los priistas que en los últimos años han llevado la voz cantante del priismo, como el senador electo Manlio Fabio Beltrones, la senadora Beatriz Paredes, el excandidato presidencial Francisco Labastida Ochoa, Dulce María Sauri, expresidenta nacional del PRI, estuvieron en el acto, en el que en tres horas cargaron la historia de 95 años del priismo revolucionario y 42 de neoliberalismo.

Tampoco estuvo Carlos Aceves del Olmo, líder de la Confederación de Trabajadores de México (CTM), con quien el PRI rompió, sin que se sepa cómo quedará el sector obrero del priismo, uno de los tres sectores de ese partido.

Como respuesta a los disidentes, que en la víspera de la asamblea pidieron la renuncia de Moreno, el líder priista dijo “no nos vamos a bajar, aquí no nos rajamos, aquí nadie renuncia y aquí nadie se dobla”.

Moreno fue más allá contra sus detractores. No reveló ninguna prueba, pero sí amagó:

“Allá afuera, estos que dicen que participaban en el PRI, son una bola de cínicos, lacayos, y esquiroles al servicio del gobierno y sus intereses. Quieren romper la unidad a cambio de impunidad. Ellos fueron el peor lastre para nuestro partido, ellos estuvieron al frente cuando castigaron al PRI con Pemexgate, hay militantes del PRI vinculados al asesinato de nuestro candidato presidencial (Luis Donaldo Colosio, en marzo de 1994) y eso le costó al PRI; no vamos a tapar a nadie, vamos a exigir cuentas, transparencia y vamos a convocar a que cumplan con su responsabilidad”, soltó el líder priista.

Con información Excélsior

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