A partir de la medianoche del jueves las primeras delegaciones podrán tomar posesión de sus alojamientos.
A unos días de la inauguración de los Juegos de París, la Villa Olímpica abrirá sus puertas el jueves para recibir a los primeros deportistas que lleguen al complejo, cuya construcción tardó tres años y que albergará a un máximo de 14 mil visitantes.
La apertura de la casa de los atletas es un momento simbólico antes del inicio de los Juegos (26 julio-11 agosto). A partir de la medianoche del jueves las primeras delegaciones podrán tomar posesión de sus alojamientos.
Desde hace una semana, la Villa Olímpica es transitada por los jefes de delegación y sus equipos encargados de preparar el recibimiento a sus respectivos países.
“Hay gente desde hace una semana, pero a partir del jueves la Villa se llenará. En ese momento cobrará vida”, explicó André-Pierre Goubert, el jefe adjunto de la delegación francesa.
Los representantes de Australia, Bélgica, Brasil, Japón y Países Bajos ya están en la Villa Olímpica ultimando los últimos detalles.
“Los países grandes llegarán el día de la apertura (…) Estados Unidos, Nueva Zelanda, Brasil y Suiza”, asegura Goubert.
A unas horas del momento simbólico, el Comité de organización trabaja para que todo sea perfecto.
“Todavía queda un poco de trabajo por hacer para finalizar todos los espacios y limpiar”, aseguró el lunes Laurent Michaud, director de la Villa.
En el momento de mayor ocupación, este complejo de 52 hectáreas que está entre los municipios de Saint-Denis, Saint-Ouen e Ile Saint-Denis, al norte de París, acogerá a 14 mil 500 personas, entre ellas 9 mil atletas.
“Será un auténtico hormiguero”, anticipa un miembro del movimiento olímpico francés sobre una población que no estará únicamente compuesta por deportistas y equipos técnicos.
“Tendremos cuatro mil empleados en la Villa: los de París 2024, empresas con las que tenemos contratos -entre ellas las que se ocuparán de la limpieza y de la restauración-, además de mil 500 voluntarios que trabajarán en la Villa, principalmente para acompañar a las delegaciones de manera cotidiana”, detalla Michaud.
Del país anfitrión, Francia, únicamente el equipo de waterpolo femenino participará en el rito del jueves, con “una treintena de personas”. Serán las primeras en descubrir el edificio dedicado a la delegación local, detalla Goubert.
Entre las ventajas de organizar la competición, Francia pudo elegir su edificio, situado cerca del restaurante instalado en la Ciudad del Cine, cerca de la policlínica de la Villa.
Los 573 atletas de la delegación francesa y los 51 suplentes (624) se beneficiarán de una sala de entrenamiento privada de 170 metros cuadrados -la Villa ofrece otra colectiva-, y una sala común con una pantalla de televisión de 5×3 metros, juegos de mesa y un futbolín.
Con información Excélsior/AFP
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