La tarde del 29 de agosto, Culiacán, la capital de Sinaloa, revivió escenas que evocan el oscuro recuerdo del Culiacanazo. Enfrentamientos entre elementos del Ejército Mexicano y personas armadas se desataron en la parte norte de la ciudad, específicamente en Paredones y el ejido Peñasco, desencadenando una ola de violencia que ha sacudido a la población.
La situación se complicó aún más con la aparición de narcobloqueos en puntos clave como el Limón de Los Ramos, sobre la carretera México 15. La Secretaría de Seguridad Pública de Sinaloa emitió un llamado a la ciudadanía para que mantenga la calma mientras las autoridades intentan retomar el control de la situación.
Ponchallantas y quema de vehículos: el impacto de la violencia en Culiacán
A medida que los enfrentamientos se intensificaron, los criminales desplegaron tácticas de bloqueo con ponchallantas y la quema de vehículos en diversos puntos del norte de Culiacán. Estas acciones no solo obstaculizaron el tráfico, sino que también sembraron el pánico entre los residentes que se encontraron atrapados en medio del caos.
Las imágenes de vehículos en llamas y calles bloqueadas rápidamente circularon en redes sociales, reflejando la gravedad de la situación. La violencia llegó a tal punto que varios comercios en el centro de Culiacán decidieron cerrar sus puertas como medida preventiva, temiendo que los disturbios se extendieran.
Comercios cerrados y calles vacías: el miedo que se extiende en la capital sinaloense
El miedo y la incertidumbre se apoderaron de Culiacán en cuestión de horas. Los comercios que aún estaban abiertos en el centro de la ciudad comenzaron a cerrar sus puertas a medida que las noticias de los narcobloqueos y los enfrentamientos se esparcían. Las calles, que normalmente estarían llenas de actividad, se vaciaron rápidamente, dejando un paisaje desolado que solo se ve en momentos de crisis.
El presidente municipal, Juan de Dios Gámez Mendívil, trató de calmar a la población asegurando que los hechos eran focalizados. Sin embargo, la magnitud de los bloqueos y la quema de vehículos dejaron claro que la situación estaba lejos de estar bajo control.
Respuesta de las autoridades: ¿cómo se está manejando la crisis en Culiacán?
Ante la gravedad de los eventos, las autoridades de Sinaloa han movilizado fuerzas adicionales para intentar controlar la situación. El Ejército, la Guardia Nacional y las policías locales han intensificado sus patrullajes en las áreas afectadas, buscando desmantelar los bloqueos y restablecer el orden.
La historia se repite: la violencia que sigue marcando a Sinaloa
Este no es el primer episodio de violencia que sacude a Culiacán. El Culiacanazo de 2019, que se desató tras la fallida captura de Ovidio Guzmán, dejó una profunda cicatriz en la memoria colectiva de la ciudad. Aunque las autoridades han hecho esfuerzos por mejorar la seguridad en la región, los recientes eventos demuestran que la violencia sigue siendo una amenaza constante.
El temor de que la historia se repita es palpable en cada esquina de Culiacán. Las imágenes de calles desiertas, vehículos quemados y el eco de los disparos en la distancia recuerdan a los habitantes que la paz en Sinaloa es frágil y que la sombra del narcotráfico aún pesa sobre ellos.
Con información La Verdad Noticias
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