En horas recientes, una poderosa tormenta geomagnética ha azotado a la Tierra. Esta tuvo una magnitud de X9, una de las más potentes en la última década y que provocó la aparición de auroras boreales en lugares en los que no se suelen ver.
Este 4 de octubre, una enorme llamarada solar golpeó a la Tierra, lo que propició la aparición de auroras y causó apagones repentinos en las telecomunicaciones y otros servicios eléctricos. Pero, a pesar de la intensidad de este evento, no representa ningún peligro para las personas ni para la vida en la Tierra en general.
Sin embargo, debido a la intensa actividad del Sol, los científicos han estado tomando mediciones casi diarias del campo magnético global de la corona solar, esa región del Sol que solamente se había podido observar de forma irregular en tiempos pasados.
Los resultados que los científicos han obtenido proporcionan información valiosa acerca de los procesos que impulsan las intensas tormentas solares que afectan a las tecnologías actuales.
Los datos obtenidos durante 8 meses fueron analizados por un instrumento denominado Polarímetro Coronal Multicanal Mejorado (UCoMP) y se publicaron en la revista Science.
El principal impulsor de las tormentas solares es el campo magnético solar, y estas son las principales causas de que las redes eléctricas fallen, los sistemas de comunicación y las tecnologías espaciales o los de navegación en la Tierra, como el GPS.
Sin embargo, todavía no tenemos una buena comprensión acerca del campo, siendo una de las causas el desafío de observar la corona solar. Y debido a que se necesita un equipo costoso y enorme es que solo se ha podido investigar una pequeña parte de la corona solar.
Gracias a que se ha usado una combinación de la sismología coronal y las observaciones del UCoMP es que los investigadores han podido producir vistas consistentes y completas del campo magnético de la corona global, la vista de todo el Sol que se ve durante un eclipse solar.
«El mapeo global del campo magnético coronal ha sido una parte importante que faltaba en el estudio del Sol», dijo en un comunicado Zihao Yang, de la Universidad de Pekín, China.
«Esta investigación nos está ayudando a llenar un vacío crucial en nuestra comprensión de los campos magnéticos coronales, que son la fuente de energía de las tormentas que pueden impactar la Tierra», dijo.
El UCoMP es un coronógrafo, un instrumento que utiliza un disco para bloquear la luz del Sol, como si se tratara de un eclipse y lo que facilita que se pueda observar la corona, además de que combina un polarímetro de Stokes que captura otra información espectral, como la intensidad de la línea coronal y la velocidad Doppler.
Por medio del método de sismología coronal se rastrearon las ondas transversales magnetohidrodinámicas (MHD) de los datos de UCoMP. Y estas ondas les proporcionaron la información necesaria para crear un mapa bidimensional de la fuerza y dirección del campo magnético coronal.
También fue posible obtener las primeras mediciones del campo magnético coronal de las regiones polares, las cuales nunca habían sido observadas debido a la curvatura del Sol, y aunque no se pudieron observar directamente los polos, sí se pudo medir el magnetismo que emiten.
Con información Enséñame Ciencia
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