La desaparición de órganos garantes redefine libertades constitucionales y genera incertidumbre sobre el futuro del derecho y la democracia en México.
El semestre inició con entusiasmo en las aulas de la Facultad de Derecho de la UNAM. Analizábamos el dinamismo del Derecho de la Información, con sus avances tecnológicos y normativos. Sin embargo, el fin del ciclo llegó con un panorama devastador: la desaparición de órganos autónomos que garantizaban derechos fundamentales como la transparencia, la protección de datos personales y la rendición de cuentas.
La frustración de los alumnos es palpable. Christian Zahid, estudiante de la especialidad, lo resumió con una reflexión contundente: “Empezamos con derechos, terminamos con ruinas”.
De la progresividad al retroceso: una peligrosa regresión
Desde 1978, cuando el derecho a la información fue incluido en la Constitución mexicana, los cambios legales se orientaron hacia la progresividad de derechos humanos. Este principio, consolidado en 2011, garantizaba que los derechos no solo debían respetarse, sino ampliarse y fortalecerse.
Sin embargo, desde 2018, se ha desatado una oleada de legislaciones regresivas que socavan los avances logrados en décadas. La eliminación del INAI es uno de los ejemplos más alarmantes, marcando un retroceso histórico en el acceso a la información y la transparencia gubernamental.
El impacto en los futuros abogados: una generación en vilo
Denys López, litigante y exalumna, señala la profunda incertidumbre que enfrenta su generación:
“El fin de los órganos autónomos no solo afecta el derecho, sino que destruye las expectativas profesionales de quienes nos formamos para defender estos derechos.”
Los estudiantes, quienes antes veían un futuro prometedor en la defensa de libertades informativas, ahora enfrentan un panorama en el que las herramientas legales para proteger derechos son eliminadas sistemáticamente.
El rol de los medios: ¿nueva reforma en puerta?
El panorama se torna más sombrío con los recientes señalamientos presidenciales sobre una posible reforma de los medios de comunicación. La presidenta Sheinbaum, siguiendo los pasos de su predecesor, ya ha mostrado su descontento con los medios, acusándolos de “publicar lo que quieren”.
La crítica directa hacia la libertad de prensa genera temores de un marco regulatorio que limite aún más el ejercicio periodístico, controlando la narrativa pública y debilitando el escrutinio ciudadano.
¿Qué sigue para el derecho y la democracia en México?
La desaparición de órganos autónomos y la captura de instituciones representan una amenaza directa a la democracia y al estado de derecho en México. Ante este panorama, la comunidad académica y jurídica tiene un papel crucial para:
- Revisar y actualizar programas educativos: Preparar a los futuros abogados para enfrentar estas nuevas realidades legales y políticas.
- Fomentar la resistencia cívica: Crear conciencia sobre la importancia de los derechos eliminados y los riesgos de su ausencia.
- Buscar alternativas legales: Explorar mecanismos internacionales para denunciar estas regresiones y proteger las libertades fundamentales.
Conclusión: el futuro incierto del derecho
México enfrenta un momento crítico. Los retrocesos en derechos y libertades no son eventos aislados; forman parte de una estrategia sistemática que requiere una respuesta contundente. El desafío ahora recae en la sociedad civil, los académicos y los futuros profesionales del derecho para mantener viva la defensa de los valores democráticos y los derechos humanos.
Con información La Verdad Noticias
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