“En la actualidad, los grandes problemas de nutrición en la población infantil son por un lado la desnutrición, y por el otro el sobrepeso y la obesidad, los cuales tienen su origen en los cambios en los estilos de vida y los patrones alimentarios caracterizados por el incremento de alimentos con alto índice calórico, la falta de actividad física, e incluso la ausencia de lactancia materna”, explicó la Doctora María Jocelyn Bravo Ruvalcaba Jefa del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud en el Estado.
La funcionaria estatal precisó que la malnutrición infantil juega un papel importante en el desarrollo de los pequeños, ya que en los primeros años de vida puede existir un retraso en el crecimiento, lo que impide que el cerebro y el cuerpo de los niños alcancen su máximo potencial de crecimiento y dificulta el aprendizaje y merma su desarrollo social.
“Por eso es de suma importancia que las personas que están en contacto con niña y niños tengan en cuenta que en el caso de las niñas y los niños menores de 6 meses de edad solo sean alimentados con la lactancia materna de forma exclusiva y, -después-, esta se mantenga de manera complementaria al menos durante los primero dos años de vida o más; del mismo modo que a la edad de 6 meses y sí el niño presenta un adecuado neurodesarrollo, se de inicio a la alimentación complementaria, durante la cual de una manera progresiva se deben ir incorporando los alimentos a la dieta de los niños”.
“En esta etapa se va condicionando el gusto por los alimentos en las personas, de ahí la importancia en que no se agregue endulzantes artificiales o sal a los alimentos, y se pueda formar en ellos el hábito libre de azúcar y sal en sus comidas; del mismo modo, si a la edad de 12 meses se llevó a cabo un adecuado proceso de alimentación complementarían, se recomienda incorporar a las niñas y niños a la dieta familiar, la cual deberá ser correcta, cumpliendo con las siguientes características: ser inocua (no alimentos dañinos), suficiente (porciones adecuadas), variada (incluir variedad de alimentos), equilibrada y completa (que incluya todos los nutrientes en cantidades recomendadas), y adecuada (adaptada a la situación cultural etc.)”, detalló la Jefa del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud en el Estado.
María Jocelyn Bravo Ruvalcaba agregó que otras dos importantes recomendaciones para orientar a la población hacia la dieta correcta son el llamado Plato del Bien Comer y la Jarra del Buen Beber:
“Aunado a ello, ubicando su Unidad de Salud correspondiente, la mamás, papás o todo responsable de niñas y niños, deberán llevarlos a la consulta de Control de niño sano, en donde se realizarán una serie de acciones integrales y preventivas para su salud, en este caso la evaluación del peso, la talla, y la búsqueda de signos y síntomas de malnutrición; Para las niñas y niños menores de 1 año, se recomienda una consulta de Niño Sano al menos cada dos meses; de 1 a 4 años cada 6 meses, y de 5 años en adelante al menos una vez al año”, subrayo.
Finalmente, la Jefa del Departamento de Atención a la Salud de la Infancia y la Adolescencia de la Secretaría de Salud en el Estado María Jocelyn Bravo Ruvalcaba, explicó que a decir de la Organización Mundial de la Salud (OMS por sus siglas), la nutrición es definida como la ingesta de alimentos en relación con las necesidades dietéticas del organismo:
“Por ello es indispensable mantener una buena nutrición, ya que ésta es un elemento fundamental de la buena salud, mientras que la malnutrición esta definida por la deficiencia o exceso en la alimentación, lo que debilita el sistema inmune, incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades y, -en el caso de niñas, niños y adolescentes-, también puede afectar su desarrollo físico y mental”, puntualizó.
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