La conferencia de prensa de este miércoles en Cannes sobre la última película de Quentin Tarantino, Érase una vez… en Hollywood ,dejó bastante que desear; especialmente por la parte que toca al director. Los dos actores protagonistas, Brad Pitt, Leonardo DiCaprio, eclipsaron de principio a fin al realizador, cuya intervención más reseñable consistió en contarnos que le habría gustado vivir en una época “sin teléfonos móviles”
Mientras Tarantino contaba historietas y hacía bromas de las que se reía él solo, Pitt y DiCaprio asumieron la responsabilidad de dar algunas claves del filme ante los cientos de periodistas que asistieron a la comparecencia.
Me gustaría vivir en una época sin teléfonos móviles”
Quentin Tarantino Director de cine
En relación con los dos personajes principales de la cinta, el actor en horas bajas Rick Dalton, representado por DiCaprio, y su doble y fiel amigo, Cliff Booth, encarnado por Pitt, éste último explicó que “en realidad se trata de las dos caras de una misma persona”, sólo que en situaciones diferentes: “Rick debe confrontar la peor depresión de su vida y Cliff ya ha superado esa fase y afrontado lo que la existencia le ha deparado. Así que la película tiene mucho que ver con la idea de la aceptación”, afirmó.
Tarantino en la rueda de prensa (Sebastien Berda / AFP)
La historia de Érase una vez tiene como fondo el asesinato de la actriz y modelo Sharon Tate, de cuyo papel se ocupa Margot Robbie. Corre el año 1969. Hollywood respira nuevos aires de modernidad. Y el movimiento hippy está en su apogeo. En este contexto, la matanza en casa de Tate cuando su marido Roman Polanski se halla rodando en Londres y ella se divierte con cuatro amigos marcó un punto de inflexión. “Significó la pérdida de la inocencia.
Hasta aquel caluroso día de agosto del 69, en América y más allá “se exaltaba el amor libre, crecía la ilusión y la esperanza y el cine evolucionaba”, señaló Pitt. El trágico final de Tate a manos de la familia Manson, estando ella embarazada a sus 26 resplandecientes años, ”subrayó la naturaleza sombría del ser humano. Fue terrible, y la película refleja eso de maravilla”, añadió el intérprete. DiCaprio habló en parecidos términos y añadió que el largometraje, de dos horas y cuarenta minutos, “nos remite a nosotros mismos” y al cine a través de “dos tipos sobrepasados, dos outsiders”.
Brad Pitt y Quentin Tarantino posan en photocall en Cannes. (Valery Hache / AFP)
¿Por qué se fijo Tarantino en este suceso para centrar su novena película? “A todos nos fascina el asesinato de Sharon Tate por lo insondable del hecho. Investigué el asunto por mi cuenta, en principio sin motivaciones profesionales, y me di cuenta de que cuando más se indagaba en el tema más oscuro resultaba y menos se entendía. Es incomprensible”, dijo el cineasta.
El filme ha recibido críticas de todo tipo, incluyendo algunas muy severas por sus irregularidades en el ritmo y el interés de la narración. Tal vez Érase una vez… no represente una temible competencia para Pedro Almodóvar y su Dolor y Gloria
La VAN
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