El virus coxsackie, conocido comúnmente como la enfermedad de “mano, pie y boca”, afecta principalmente a menores de cinco años, aunque puede infectar a personas de cualquier edad.
A finales de abril, el virus coxsackie generó una alarma del gobierno del estado de Hidalgo, después de que se registraron seis casos en el Centro de Atención Infantil del municipio de Apan.
En respuesta, la Secretaría de Salud del estado estableció un cerco sanitario como medida preventiva para evitar más contagios, así como la desinfección total de las instalaciones y la capacitación del personal educativo para manejar y prevenir nuevos casos.
El virus coxsackie es especialmente prevalente durante las estaciones de verano y otoño. Los síntomas incluyen fiebre alta, malestar general, dolor de garganta, y falta de apetito.
Además, los afectados suelen desarrollar un salpullido rojo en las manos y los pies que puede transformarse en ampollas dolorosas, así como llagas en la boca que pueden aparecer en las encías, lengua, paladar o exterior de la boca.
Este contagioso virus se transmite a través de secreciones como la nariz y la saliva, el contacto con heces, o el manejo de objetos contaminados como juguetes y cubiertos.
La transmisión es más común en lugares con alta convivencia como guarderías y escuelas.
El tratamiento para el virus coxsackie es principalmente de apoyo, ya que no existe un tratamiento específico para combatir el virus.
Se recomienda mantener hidratados a los niños y evitar alimentos y bebidas que puedan irritar las úlceras bucales. Ante los síntomas, las autoridades sanitarias consideran crucial no automedicarse y acudir a un médico para recibir la atención adecuada y evitar complicaciones.
Ante este brote, se ha notificado a los padres de familia y se ha instruido a las autoridades educativas y sanitarias a mantenerse vigilantes y a informar sobre cualquier nuevo caso.
Con información Aristegui
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