A medida que la esperanza de vida aumenta, es esencial adoptar hábitos que promuevan un envejecimiento saludable y mantengan nuestras funciones cognitivas en óptimas condiciones. La estimulación cognitiva se presenta como una herramienta fundamental para fortalecer y preservar nuestras capacidades mentales.
¿Qué es la estimulación cognitiva?
La estimulación cognitiva implica realizar actividades diseñadas para promover y fortalecer las funciones cognitivas del cerebro, como la memoria, la atención, el lenguaje, el razonamiento y la toma de decisiones. Según Martina Miguel, licenciada en Psicología y miembro del Departamento de Neuropsicología de INECO, «al realizar ejercicios que estimulen el cerebro, favorecemos la creación de nuevas conexiones neuronales, lo que puede reducir los efectos del envejecimiento. Cuantas más conexiones tengamos, más ‘reserva’ cerebral creamos».
Beneficios de la estimulación cognitiva
La principal ventaja de la estimulación cognitiva es promover la plasticidad cerebral, es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar a lo largo de la vida. Aunque no garantiza la prevención de enfermedades neurodegenerativas, fortalece la reserva cognitiva, permitiendo al cerebro utilizar estrategias para enfrentar cambios y desafíos.
4 hábitos diarios para mantener el cerebro joven
- Ejercicios de lógica y estrategia: Juegos como el ajedrez, rompecabezas, sudokus y crucigramas ayudan a entrenar la memoria de trabajo, la planificación y la resolución de problemas.
- Lectura regular: Leer libros no solo enriquece el vocabulario, sino que también activa la atención y entrena la memoria.
- Aprendizaje continuo: Estudiar un nuevo idioma, aprender a tocar un instrumento musical o involucrarse en actividades manuales como la pintura y la cerámica benefician la memoria, fomentan la atención y mejoran la coordinación y la motricidad fina.
- Interacción social: Participar en actividades sociales reduce el riesgo de aislamiento, un factor clave en el deterioro cognitivo.
Además de la estimulación cognitiva, es vital mantener buenos hábitos de vida: realizar actividad física regular, llevar una dieta balanceada y asegurar un descanso adecuado. Según la Clínica Mayo, el ejercicio regular, un sueño reparador y una alimentación saludable son fundamentales para la salud cerebral.
Con información La Verdad/ Clinica Mayo
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