Uno de los alimentos clasicos que vamos a encontrar es el caldo de pollo siendo uno de los más nutritivos, ya que, además de aportar las vitaminas que aportan los caldos de verduras, (entre ellas, la A, la B y la C), minerales y proteínas, contiene hierro, presente en la carne.
Legumbres
Otro clásico, y con razón, pues, además de energía y calor, son muy completas nutricionalmente, ya que son una gran fuente de proteínas, minerales, vitaminas y fibra. Además, son saciantes, muy beneficiosas para el metabolismo y para mantener la temperatura corporal y, a no ser que las acompañemos de embutidos y carnes grasas, nos contribuyen a que ganemos peso. Combinadas con cereales como el arroz y verduras son una comida equilibrada y un plato único perfecto que no deberá faltan en tu mesa durante las olas de frío al menos tres días a la semana.
Frutos secos
A pesar de la mala fama que tienen, está más que comprobado que un puñado de frutos secos al día -entre 15-20 gramos sin sal y sin freír- no contribuye a que ganemos peso, a pesar de que sean muy ricos en calorías. Es más, ese aporte de calorías extra, que además es gracias a grasas sanas omega 3 y 6- es ideal para proporcionarnos la energía adicional que necesitamos en los días de mucho frío.
Infusiones y bebidas calientes
Por el mismo motivo que sopas y caldos, las infusiones calientes son un gran aliado contra el frío, pues aportan calor e hidratan, y sin aportar apenas calorías. Algunas están especialmente recomendadas, como la manzanilla y jengibre por sus propiedades antiinflamatorias y para aliviar los problemas digestivos. El jengibre, además, nos ayuda a subir la temperatura corporal. Otras, en cambio, hay que moderarlas, como algunos tés, el café o el chocolate. Son estimulantes y nos ayudan a ponernos en marcha, pero también pueden contribuir a que perdamos agua y suelen estar contraindicadas en personas con problemas estomacales. El chocolate, gracias a su poder estimulante y la energía que aporta, también puede ayudarnos a calentarnos y a ponernos en marcha en los días más fríos del invierno, pero debemos moderar mucho su consumo.
Pescado azul
Al igual que ocurre con los frutos secos, el pescado azul nos aporta la cantidad extra de energía que necesitamos gracias a su contenido en ácidos grasos saludables, como el omega 3. Además, aportan también la cantidad extra de vitamina D que necesitamos debido a la falta de sol en los días más cortos y más tiempo en casa.
Algunos condimentos
Hay algunos condimentos y especias que, por sus características, nos ayudan a combatir el frío. Algunas de ellas son el jengibre -que puede usarse como condimento o en infusión-, la canela -ideal para acompañar infusiones, postres, leche, café…-, la cúrcuma -que podemos añadir a arroces, pollos- o el ajo y la cebolla, que aportan minerales, vitaminas y hacen aún más apetecibles los guisos calientes
No te olvides de las frutas
Puede que no sean tan apetecibles como un chocolate caliente para haceros entrar en calor, pero su aporte de vitaminas y agua son imprescindibles para mantenernos saludables y calientes durante los días de frío. Los cítricos, adendas de muy abundantes en invierno, nos proporcionan la cantidad necesaria de vitamina C que necesitamos para mantener nuestro sistema inmune listo para combatir las infecciones invernales.
No, el alcohol no ayuda a combatir el frío
Contrariamente a lo que se piensa, el alcohol no contribuye a mantenernos calientes frente al frío, sino más bien al contrario. En un primer momento, gracias a su efecto vasodilatador parece calentarnos, pero este efecto, además de que se pasa rápido, nos deshidrata cuando necesitamos lo contrario. También puede ser peligroso porque debilita el sistema inmune, que ya se ve mermado por el frío.
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