Por qué el senderismo es especialmente beneficioso para el cuerpo y el cerebro

Si te encuentras entre los casi 60 millones de personas que practican senderismo, la actividad recreativa más popular de, por ejemplo, Estados Unidos, lo más probable es que la experiencia te aporte mucho más que tiempo en familia, bellas vistas y un soplo de aire fresco. 

El senderismo proporciona una serie de ventajas para la salud mental y física, como la mejora de la salud cardiovascular y musculoesquelética, un mayor equilibrio y coordinación, y mejoras incomparables con otras formas de ejercicio. 

“El senderismo es una forma increíble de salir al aire libre y explorar, reconectar con sentimientos de asombro y admiración, y cosechar innumerables beneficios como la disminución de la ansiedad y la depresión y la reducción del riesgo de enfermedades cardiacas, hipertensión, diabetes y obesidad”, afirma Alyson Chun, subdirectora de los programas de Deportes de Aventura y Recreación de la Universidad de Stanford, Estados Unidos. 

“Tanto si se trata de un sendero local como de una exigente excursión de montaña, hay un sendero para cada persona: cada uno ofrece una aventura personalizable para cualquier nivel de forma física y horario“, agrega Rami Hashish, fisioterapeuta y asesor de rendimiento corporal del Instituto Nacional de Biomecánica de Los Ángeles, en Estados Unidos. 

Los beneficios del senderismo para mejorar la salud mental

Los beneficios del senderismo para la salud mental no son menos convincentes. “Existen pruebas sustanciales de los beneficios del senderismo para la salud mental de una serie de personas, tanto mayores como jóvenes”, afirma Martin. 

Por ejemplo, se ha demostrado que caminar sólo 30 minutos reduce las hormonas del estrés hasta en un 28%. Caminar durante periodos más largos y con mayor frecuencia ha demostrado además mejorar los parámetros fisiológicos asociados al estrés agudo, “como la variabilidad de la frecuencia cardiaca y los niveles de cortisol”, sostiene Martin Niedermeier, científico deportivo de la Universidad de Innsbruck (Austria) y autor principal de la investigación de apoyo. 

La actividad también puede reducir la ansiedad y la depresión, además de mejorar la cognición, la función de la memoria y la capacidad para resolver problemas.

Con información National Geographic

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