Una buena alimentación puede contribuir a proteger el cuerpo contra las altas temperaturas del verano
Vitamina A
La vitamina A es fundamental para la reparación de la piel dañada por el sol y puede ser una de las mejores opciones para combatir las líneas finas y la hiperpigmentación asociadas al fotoenvejecimiento. El retinol, una forma de vitamina A, ayuda al cuerpo a llevar a cabo estas reparaciones, incluida la del daño celular provocado por el sol y la restauración del colágeno y la elastina en la piel.
Las zanahorias tienen una gran cantidad de Vitamina A.
Vitamina C
La suplementación con vitamina C se considera beneficiosa para ayudar al cuerpo a hacer frente al estrés por calor. Ayuda a reducir la probabilidad de desarrollar condiciones como sarpullidos y agotamiento por calor. Tomar vitamina C diariamente también puede acelerar la adaptación del cuerpo a climas más cálidos, disminuyendo la fatiga de las glándulas sudoríparas y contribuyendo a regular la temperatura corporal.
Además de su papel en el estrés por calor, la vitamina C actúa como un antihistamínico natural y un potente antioxidante. Puede ayudar a aliviar los síntomas de la rinitis alérgica estacional, proporcionando alivio en casos de alergias respiratorias.
La vitamina C posee efectos antioxidantes que ayudan al cuerpo a protegerse del daño celular al estimular la producción de colágeno y el crecimiento de nuevo tejido. Esto favorece la reparación de tejidos. Estos efectos pueden ser beneficiosos para proteger la piel contra el daño solar, incluido el fotoenvejecimiento.
En ocasiones, la vitamina C se aplica tópicamente para reducir los efectos perjudiciales de los rayos ultravioleta del sol en la piel. Además, cuando se combina con la vitamina E, la vitamina C puede ayudar a prevenir las quemaduras solares.
Vitamina D
La vitamina D es beneficiosa para nuestra piel ya que puede aumentar su grosor. Una piel más gruesa tiende a tener menos arrugas, la que convierte en un ingrediente popular en los productos para el cuidado de la piel contra el envejecimiento.
Vitamina D
Además, la cantidad de exposición al sol está vinculada a la eficacia de nuestro sistema inmunológico, incluidas las defensas de nuestra piel. Una exposición insuficiente al sol aumenta el riesgo de desarrollar deficiencia de vitamina D, lo que puede afectar negativamente la salud de la piel y el funcionamiento general del sistema inmunológico.
Los beneficios de la Vitamina E
La vitamina E puede contribuir a reducir la gravedad de las alergias estacionales y el asma al calmar las partes del sistema inmunitario que se activan durante una respuesta alérgica. Sus propiedades antiinflamatorias y antioxidantes pueden ayudar a disminuir la inflamación y la sensibilidad alérgica en el cuerpo, lo que puede ser beneficioso para quienes sufren de alergias y asma.
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