· Especialistas piden a padres de familia o tutores no utilizar la comida como recompensa o castigo.
“Una correcta alimentación desde la infancia promueve un óptimo desarrollo tanto físico como mental en los niños y niñas, ésta debe de incluir de todos los grupos de alimentos del plato del bien comer: frutas y verduras, productos de origen animal o leguminosas y cereales, al consumir de todos los grupos se adquieren los nutrimentos necesarios para una adecuada nutrición”.
De esto nos habla la L. N. María del Carmen Olvera Castillo, Responsable Estatal del Programa de Nutrición en la Infancia y Adolescencia de la Secretaría de Salud de Gobierno del Estado dijo que hay consejos fáciles de seguir y lograr para que las niñas y niños prueben nuevos alimentos y de esta manera otorgarles una alimentación saludable y variada.
“Pero, ¿le ha pasado que su hijo/hija no quiere comer frutas ni verduras u otro alimento aunque de forma previa no los haya probado?, entonces esta información les interesará”, afirmó la especialista, que de manera clara puntualizó lo siguiente:
“Desde que son unos bebés, a los 6 meses que inicia la alimentación complementaria, por lo que es necesario y conforme a ciertas pautas darle probaditas de los alimentos, cada vez que se ofrezca uno nuevo se debe de dar a probar entre 2-3 días, para que de esta manera se vayan asimilando los sabores. Preferir iniciar con frutas y verduras que no son dulces para una mejor aceptación (chayote, acelga, espinaca, chícharo, manzana, papaya) y posteriormente introducir aquellas que tienen más dulzor (zanahoria, betabel, jitomate, mango, plátano). Además es importante no agregar ni azúcar ni sal a las papillas y optar por prepararlas de forma casera, esto para no acostumbrar el paladar del bebé a ingredientes de alimentos procesados que no son necesarios”.
Una vez que la niña o el niño ha crecido y se ha integrado a la dieta familiar, -si rechaza ciertos alimentos-, hay que retirarlos de la mesa y esperar a que el niño pida de comer, al tener hambre puede que esté más dispuesto a ingerir la comida rechazada de forma previa, sugirió Olvera Castillo.
Recomendó a la ciudadanía que cuando vaya al mercado o a cualquier otro lugar a comprar las frutas y verduras lleven a los menores y es importante explicarles que productos deben seleccionar y qué beneficios otorgan, ya que al ver de donde provienen sus alimentos, es probable que se interesen más en consumirlos.
Otras opciones son dejarlos que ellos elijan, por ejemplo: “ofrezca sugerencias que son saludables como si quiere ensalada de lechuga con jitomate o ensalada de lechuga con zanahoria, las dos son verduras y el objetivo de que consuma este grupo de alimentos se habrá cumplido. Varié las preparaciones, si no le gusta los ejotes con huevo, tal vez le gusten en un caldo de verduras y así sucesivamente ir variando para encontrar la forma en que logre consumirlos”, aconsejó.
La Responsable Estatal del Programa de Nutrición en la Infancia y Adolescencia pidió a los tutores o responsables de los niños o niñas a no rendirse ante los berrinches o quejas de sus hijas o hijos sobre la comida:
“si reacciona de forma alterada, el ambiente familiar que se genera alrededor de la comida será tenso y no una experiencia agradable como debería de ser. Habrá mejor aceptación a los alimentos si ve a los adultos o personas que lo rodean ingerirlos, si usted ofrece espinacas y no las come es difícil que el infante las acepte. Y algo que es importantísimo que se corrija desde casa es que -No utilicen la comida como recompensa o como castigo,- al usar las expresiones: Si comes tus verduras, te doy dulces o si no acabas la comida, no iremos a la tiendita o en referencia a otros postres, se crea una imagen distorsionada en el niño(a) en relación a la comida, lo cual podría tener repercusiones negativas a lo largo de su vida”, advirtió la nutrióloga.
“Si después de todo lo anterior sigue rechazando las comidas, lo aceptamos y ofrecemos otros productos del mismo grupo, por ejemplo: si se niega a comer el brócoli ofrecerle otras verduras como la zanahoria o pepino. Recordemos que los hábitos alimenticios se crean desde pequeños por lo tanto, inculcar una dieta nutritiva, variada y equilibrada desde la infancia generará múltiples beneficios a lo largo de la vida presente y futura”.
“Por último, pidió a las familias potosinas no olvidar que la higiene es imprescindible, siempre lavarse las manos con agua y jabón antes de preparar alimentos, lavar y desinfectar de forma correcta frutas y verduras, así como cocer bien los alimentos, y utilizar agua potable, ya que todo ello contribuirá a prevenir enfermedades, culmino señalando la L. N. Ma. del Carmen Olvera Castillo, Responsable Estatal del Programa de Nutrición en la Infancia y Adolescencia de la Secretaría de Salud.
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