Por :Lucy Janet Loftus
…..‘’Dentro de 20 años estarás más decepcionado por las cosas que NO hiciste que por las que hiciste. Así que suelta amarras, navega lejos de puertos seguros, atrapa los vientos favorables en tus velas. Explora y sueña”……………. Mark Twain.
Antes de seguir necesitamos definir dos sencillos conceptos contables para poder tener las mismas bases en las cuales realizar nuestros cálculos y empezar a manejar el mínimo bagaje contable para hablar la misma terminología.
El primer concepto será el de “vida útil”, las palabras por sí mismas son explícitas pero de todas formas las explicaremos. Vida útil significa el tiempo de vida que creemos que un maquinaria, muebles, equipo ó utensilio (MMEU) nos durará. Es decir, el tiempo promedio de vida que el fabricante nos indica y a falta de ello, el tiempo que nosotros estimamos que tendrá de duración tomando en cuenta el uso y el tiempo. En el campo de la electricidad cuando compramos focos, reflectores, tubos solares, etc. nos indican el número de horas de vida útil del producto –generalmente en horas. De tal forma, que si sabemos el uso en horas que se le va a dar al producto, sabremos cuánto tiempo nos va a durar ó su vida útil. Lo que estamos persiguiendo es el tiempo de duración de la MMEU.
El segundo concepto es la “amortización”, esto se refiere a la vida útil de la MMEU que va caducando poco a poco, ó que se va acabando por el uso, disfrute y por el tiempo. Es decir, que poco a poco el equipo pierde vida útil y esto se deberá tomar en cuenta para saber de cuánto tiempo disponemos antes de que dicho equipo deje de funcionar por su uso y antigüedad. Cabe mencionar que el término “amortización”, se utiliza para todas aquellas, MMEU que coadyuvan en la manufactura de los productos y que son parte del costo de los mismos. El concepto de depreciación se define igual y se calcula igual; la gran diferencia, es que uno es relativo al costo de producción y el otro, es relativo a todo lo que se encuentra
fuera del costo de producción. Se deprecian todos aquellos MMEU que NO están en el costo ó que no tienen que ver con la manufactura.
Como se puede ver, los dos conceptos (vida útil y amortización) van íntimamente ligados y no pueden coexistir uno sin el otro. El objetivo es saber –tener el mejor estimado– cuánto tiempo de vida tiene una MMEU para poder saber cuándo se tiene que reponer, pero sobre todo, cuándo y cuánto tuvimos que haberlo amortizado completamente dentro del costo.
En relación con la amortización hay dos formas sencillas de llevarlas al producto:
1) Por ‘vida útil’ y; 2) Por ‘número de piezas’. Si elegimos por ‘vida útil’ debemos calcular (estimado) la utilización del producto y el número de años que nos va a durar antes de cambiarlo. Si tiene un uso diario rudo (UDR), podemos decir que nos durará 2 años y si tiene un uso diario normal (UDN) tal vez unos 4 años. En éste ejemplo, si la maquinaria nos costó $5,000.00 (cinco mil pesos 00/100 m.n.) si tiene un UDR la amortización será de $2,500.00 (dos mil quinientos 00/100 m.n.) por año ó de $208.34 (doscientos ocho 34/100 m.n.) por mes. Y para poder impactar cada producto ésta cifra se divide entre la producción del mes. Si en el mes se produjeron 60 bolsas de Super-granola 208,34/60 = 3,47 por bolsa. Si en un mes produjimos 100 bolsas, la amortización por bolsa será de $2.08.
De tal forma, que nuestra amortización será variable de acuerdo al número de bolsas de Super-granola a producir en un mes, porque la cantidad a amortizar en un mes no varía –lo que hace la variación son las piezas producidas por mes. Si nuestra elección es por número de piezas, entonces lo que habrá que hacer es estimar la vida útil de la maquinaria en 2 años y hacer el estimado por año de producción por cada uno de los años de vida útil. Si decimos que el primer año vamos a producir 1,100 bolsas y 1,300 el segundo año, eso nos indica que en 2 años vamos a producir 1,400 bolsas; por lo tanto, $5,000.00 (costo de la maquinaria) / 1,400 (bolsas de producción) = $3.57 amortización por bolsa y ésta cantidad será fija, por cada bolsa.
La gran diferencia entre los dos métodos es que en uno la amortización es variable y en el otro, fija. En el caso de la ‘vida útil’ como la amortización es variable garantiza que la misma se va a absorber en la producción de cada mes y su remanente al final siempre será cero. Para el caso del ‘numero de piezas’, como la producción es un estimado y la amortización está fija si el estimado falla vs la realidad pueden suceder dos cosas: a) la amortización es menor a la realidad ó b) es mayor al número inicial estimado. Si esto sucede, habrá que hacer ajustes tan pronto veamos las variaciones y volver a estimar la producción del año siguiente para hacer los cambios necesarios. Esta variabilidad modifica el costo unitario. Con el tiempo, uno se vuelve experto en el arte de las estimaciones, mientras tanto estos ajustes hay que hacerlos inevitablemente.
Ahora bien, es cierto también que podemos mal calcular los años de vida útil de un equipo, maquinaria, utensilio, etc. y cuando esto sucede la consecuencia es que la amortización ya impactó las unidades pasadas y las futuras, tendrán un inmerecido beneficio ó perjuicio. Por tal motivo, es de suma importancia que hagamos buenas estimaciones.
A manera didáctica y si viviéramos en un mundo en el que todo fuera constante y no hubiera cambios de precios (‘ceteris paribus’) a excepción de la MMEU, lo que sucedería en el costo con cada cambio, es que se vería impactado por la diferencia en precios entre la vieja máquina y la nueva. A su vez nuestra amortización se vería impactada por esa diferencia la cual se calcularía entre los años de vida útil y entre el número de piezas a producir.
Si la maquinaria en ésta ocasión nos costara $7,500.00 (siete mil quinientos 00/100 m.n.) entonces nuestra amortización por pieza –suponiendo la misma producción en 2 años– $7,500.00/1,400 = $5.36 vs 3.57 de los 2 años anteriores. Y en efecto, al probar que la cantidad es correcta, lo que tenemos que hacer es revisar el aumento de un año vs el otro $7,500.00/$5,000.00 = 1.5 ó 50% año vs año. Lo que estamos diciendo es que nuestro costo debería aumentar un 50% vs el costo anterior en éste rubro.
También se puede dar el caso de que la vida útil se alargue por buenos mantenimientos durante los dos años, eso lo indican con mucha precisión los ingenieros ó los que nos reparan el equipo. Por tal motivo, cada vez que exista una mantenimiento mayor debemos preguntar si la vida útil de la maquinaria se ha alargado ó quedará igual. En el caso de alargarse, se vuelve a hacer el ejercicio arriba mencionado, pero en vez de que la diferencia de precios sea por nueva compra, será por el costo total del mantenimiento mayor y de nuevo, se vuelve a calcular la nueva vida útil del equipo en el método que se haya seleccionado.
Existe otra variante que es que nuestro equipo tenga un reacondicionamiento y que en vez de comprar uno nuevo, se cambien las piezas dañadas por nuevas y le vuelva a dar una vida a la maquinaria, casi como si fuera nueva. Si éste es el caso, lo que debemos hacer es cargar todo el mantenimiento como si fuera un equipo nuevo y volvemos a calcular la vida útil del equipo en el método que se haya seleccionado.
Por lo tanto, vemos que el objetivo a perseguir es impactar el costo del producto con las cantidades adecuadas y en forma estable –con la menor variabilidad.
Estos conceptos son muy importantes porque a menudo la MMEU no son considerados dentro del costo y a la hora de necesitar hacer los cambios correspondientes nos damos cuenta que no los incluimos en el costo de los productos, es una desagradable sorpresa y nos damos cuenta de que nuestro margen de utilidad no fue real!! Y lo que es peor, el no contar con los recursos para hacer el cambio necesario de las MMEU –sucede más a menudo de lo que nos podamos imaginar.
Una vez claros éstos conceptos podemos pasar en la siguiente emisión a la última parte que es el cálculo de los costos directos e indirectos.
Hasta la próxima