I
Por: Wolfgang Erhardt,
En esta segunda parte conoceremos más ideas que nos pueden ayudar a ahorrar más dinero para ponernos al corriente o para reducir nuestro nivel de deuda en los créditos vigentes.
¿A quién no le gustaría disminuir su nivel de endeudamiento o ponerse al correinte con pagos que tengamos atrasado?
He comentado que es bueno conocer los términos y condiciones de nuestros créditos vigentes para saber qué tenemos contratado y poder comparar lo adquirido con la oferta del mercado crediticio actual. Para poder hacer un comparativo justo, es necesario conocer el costo anual total de nuestro crédito (CAT), si la tasa de interés es fija o si es variable, en qué moneda está el crédito (pesos, dólares, UDIS, etc.), el plazo faltante del crédito, y los atributos adicionales que pudieran estar incluidos (seguros, por ejemplo).
Pongamos un ejemplo: digamos que contratamos un crédito hipotecario hace más de 5 años. Las tasas de interés hoy están en histórcios minimos. Asi que valdría la pena ver si una institución crediticia diferente a la que tenemos actualmente nos pudiera ofrecer mejores condiciones si nos llevamos el crédito con ellos. En este caso, además de hacer la compración justa, hay que añadirle que se tendrían que sumar gastos notariales. Aun así, hay que ver si por el mismo plazo la mensualidad a pagar sale mejor para ver si conviene hacer dicho movimiento.
Lo mismo se puede hacer con el saldo (deuda) en tarjeta de crédito. Estás pagando bien pero ves que otra institución tiene una mejor tasa. Nuevamente, podrías preguntarles si es posible traspasar la deuda con ellos y así pagar menos intereses.
También puedes pensar en consolidar tus saldos en una sola tarjeta de crédito que actualmente tengas, la que ofezca menor tasa de interés.
Aquí es importante recordar que la tarjeta de crédito deberíamos de usarla como un método de pago, no como una extensión del sueldo. También hay que aprovecharla para comprar a meses sin intereses y pagar adecuadamente para financiar esas compras a tasa de interés cero; ¡buenísimo!
O qué tal analizar la conveniencia de solicitar un péstamo personal o de nómina que te permita pagar el total de un crédito que tenga una tasa más alta. Nuevamente estarías ahorrando dinero en intereses.
Bajar nuestro nivel de endeudamiento no es motivo para adquirir de inmedito más crédito. Pidamos lo que necesitemos y lo que podamos pagar adecuadamente; esto es pagar por lo menos el mínimo que nos piden y hacerlo a tiempo. Asi quedaremos bien con el otorgante de crédito y éste reportará el pago puntual a Buró de Crédito.
Pero, supongamos que la deuda es ya significativa y no podemos pagarla bien, se estan generando intereses por los retrasos de pago y así también se está reflejando el incumplimiento en el historial crediticio. ¿Qué hacer?
El primer paso sería rehacer nuestro presupuesto e identificar en qué se nos va el dinero para tomar medidas inmediatas que nos permitan volver a ponernos el corriente y así dejar de pagar intereses moratorios y otras penalidades.
En caso de que sea insuficiente, hay que acercarse de inmediato al otorgante de crédito y buscar una reestructura del crédito (cambio en las condiciones) que nos permita tener una mensualidad menor para seguir cumpliendo con el pago. Como con el caso anterior, al volver a pagar adecuadamente nos estaríamos ahorrando las penalidades por el retraso de pago.