Por: Wolfgang Erhardt
¿Dar un tarjetazo? ¿Por qué no? Nos lo merecemos, ¿cierto?, además para eso trabajo. No va ser mucho. Además en unos meses lo pago y ya. Para eso sirve la tarjeta de crédito ¿no?
Con ideas y frases como estas nos motivamos a usar nuestras tarjetas de crédito más allá de nuestros planes iniciales para darnos gusto en las vacaciones o después de ellas.
Las dificultades pueden surgir después, cuando llega nuestro estado de cuenta y descubrimos el tamaño de la deuda que adquirimos y el pago mínimo a pagar. Entonces comenzamos a preguntarnos ¿Cómo le voy a hacer para cumplir?
El primer paso es entender que hicimos un cambio en nuestro ritmo habitual de gasto que desequilibró nuestras finanzas. Si hubiéramos hecho nuestro presupuesto para las vacaciones estaríamos del otro lado. Pero bueno, supongamos que no lo hicimos. Lo que necesitamos hacer de inmediato es reorganizar nuestros recursos para evitar que el adeudo crezca por la generación intereses o que tengamos incumplimientos de pago que dañen nuestro historial crediticio en Buró de Crédito. Para ello será necesario pagar, por lo menos, el mínimo requerido en cada uno de nuestros financiamientos.
Los pasos del plan que haremos para reponernos del tarjetazo son:
1. Moderar o detener provisionalmente el uso de la tarjeta. Por el momento la prioridad es pagar adecuadamente el gasto adicional que hiciste con tu tarjeta, así que añadir consumos a ese adeudo puede desequilibrarte aún más y evitar que enfoques tus recursos a reducir tu adeudo.
2. Arma un presupuesto. De alguna forma todos tenemos un presupuesto más o menos claro en la mente al hacer nuestros gastos, pero para reponerte de un tarjetazo necesitas un verdadero presupuesto familiar formal que te permita eliminar gastos innecesarios, concentrarte en lo que es verdaderamente importante y liberar mayores recursos para pagar tu deuda.
3. Mantente tras la pista de tus gastos, desde el más pequeño hasta el más grande. Identifica gastos recurrentes innecesarios que puedan ser reemplazados por opciones menos costosas. Por ejemplo, si todas las mañanas pagas $25 por café y galletas a la semana gastarás $125, lo que equivale a $500 al mes y a $6,000 al año. Tal vez puedes encontrar una opción en la
que gastes sólo $17 diarios, lo cual representa un ahorro de $40 a la semana, $160 al mes $1920 al año. Quizá esta cantidad no te parezca muy grande, pero si localizas ocho o nueve casos como este puedes generar ahorros importantes.
4. Enfoca tus recursos. Asigna a los elementos verdaderamente importantes las cantidades que requieren. Enfoca los recursos obtenidos al reemplazar gastos altos por opciones más accesibles a aumentar el pago mensual de tu tarjeta, empezando por la que tenga mayor tasa de interés, de este modo podrás reducir la cantidad a partir de la cual se asignan intereses y avanzar más rápido.
Si tienes dudas sobre la forma en que vas avanzando puedes consultar tu Reporte de Crédito Especial de Buró de Crédito gratis una vez cada 12 meses en www.burodecredito.com.mx
Finalmente, para que no te desequilibres nuevamente en tus gastos mantén la disciplina de hacer tu presupuesto familiar y actualízalo cada vez que sea necesario.
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