Por: Daniel Rangel
Aunque te sea difícil de creer, la situación sanitaria que estamos viviendo por el Coronavirus nos está dejando valiosas lecciones. Probablemente no lo vemos de esa forma porque en efecto, las economías se ven golpeadas, además no podemos disfrutar de alguna salida o convivencia para evitar más contagios. Pero, ¿qué tiene de bueno esta pandemia?
LIMPIEZA… LA VIRTUD MÁS NOBLE DEL SER HUMANO
El virus ha logrado que hagamos lo que deberíamos de hacer de forma cotidiana y sistemática: ser higiénicos. ¿Y a qué me refiero con sistemático? Pondré un ejemplo para que se entienda mejor:
Félix tiene por costumbre que después de andar en la calle y llegar a su casa lo primero que hace es lavarse las manos. No llega a ver TV ni tampoco a comer, porque entiende que tuvo contacto con dinero, se agarró de los pasamanos del transporte público, saludó a otras personas y trae las manos llenas de bacterias. Félix no necesitó que hubiera Coronavirus para ser limpio.
Ante el riesgo del contagio, actualmente se han tomado medidas que lamentablemente serán pasajeras para muchos. Ojalá el lavado oportuno de manos, la desinfección del transporte público y de los carritos del supermercado, proveer de gel antibacterial en la entrada de ciertas tiendas y edificios públicos, llenar de jabón los dispensadores de los baños de establecimientos…, fuera una costumbre luego de esta contingencia, por el bien de los demás y, sobre todo, de uno mismo.
RESPETO POR EL PRÓJIMO
Las redes sociales están repletas con mensajes de concientización respecto al daño que podemos provocar a otras personas si no acatamos las indicaciones por el Gobierno y la Secretaría de Salud.
De cierta forma una gran cantidad de personas, incluso figuras públicas, simpatizan con esta idea de guardarse para protegerse a sí mismos, a sus familiares, pero también a otras personas que aunque no las conozcan sienten empatía por ellos, creando así el movimiento #stayhome.
Y esta idea de la empatía obedece a la regla de oro: Haz a los demás todo lo que quieras que te hagan a ti.
El respeto por el prójimo es salvaguardar la propia integridad.
ADIÓS PROCASTINACIÓN
Seguramente en casa tenías un bote lleno de ropa sucia o sin planchar que no habías atendido, tenías un baño por arreglar, o quizá no habías hecho quehacer porque “no tenías tiempo”. Si tienes hijos, ¿cuándo habías pasado un buen tiempo con ellos por tus otras ocupaciones?
Esta pandemia ha provocado la oportunidad para atender tareas o actividades que se han postergado o dejado a medias, que si bien es cierto, pueden dar flojera, en muchos casos son necesarias retrasándose por actividades menos provechosas. Muchos podrán decir que no tienen tiempo. ¿Ahora qué pretextos justificarán la posposición de esos pendientes?…
ADAPTACIÓN Y SUPERVIVENCIA
Las compras de pánico… De este punto podríamos hablar horas. La pregunta clave es: ¿por qué comprar en cantidades obscenas cosas que no se necesitan? Se provoca desabasto y aumento en el precio de la mercancía.
Estamos hablando sobre ADMINISTRACIÓN. Hay personas que aun teniendo poco lo malgastan; algunos de ellos viven al día o con algunas limitaciones, pero siguen comprando su Coca diaria para comer, el cigarro pa’l desestrés, etc.
Las circunstancias en las que vivimos varios mexicanos nos orillan a dos posibilidades: comprar con sabiduría ante la falta de una entrada de dinero ordinaria; y comprar a lo bruto, por impulsividad, sin planeación ni inteligencia. Cualquiera podría decir que ante la segunda posibilidad solo caería un tonto, pero los hechos han develado otra cosa…
Por lo tanto, usamos los recursos de forma racional, o los usamos sin medida adelantando la crisis económica personal/familiar.
Y qué decir del home office… Por la contingencia sanitaria las empresas han tenido que adaptarse a nuevas formas de trabajo para evitar fuertes pérdidas económicas. Con esto se demuestra que algunos trabajos pueden ejecutarse desde casa sin perder tiempo en desplazamientos, se evita el tráfico y se contribuye a reducir un poco la contaminación. Esto puede ser un parteaguas para la regulación sobre horarios y formas de trabajo facilitando las circunstancias de muchas personas.
AL NATURAL NO SIEMPRE ES LO MEJOR, PERO AYUDA
Lo que está pasando con el mundo por el Coronavirus es comparado con una intervención de Desarrollo Organizacional. La esencia del D.O. es el cambio para mejorar a una empresa o negocio trabajando de una forma más ordenada, eficiente, eficaz, generar mejores resultados, cambiar procesos de ser necesario, adaptarse a las circunstancias…
Sin que le eches mucho coco, te invito a que pienses rápido las respuestas de las siguientes preguntas:
· Donde trabajas, ¿siempre está bien aseado? ¿Hay papel y jabón en los baños sin que les tengan que poner un candado para evitar su robo?
· ¿Tienes problemas con algún compañero o tu área está peleada con otra porque no entregan en tiempo y forma?
· ¿Conoces a algún compañero que siempre está echando la hueva y deja todo para el final?
· ¿Te han encargado sacar un trabajo con pocos recursos económicos y/o humanos?
Cierto, a nadie le gusta vivir encerrado; no obstante, de una u otra forma el virus nos está enseñando algunas lecciones de adaptación a las circunstancias y cambios para mejorar… igual que el D.O.
Podríamos decir que el COVID-19 es un “mal necesario” que nos ha puesto a prueba para hacer modificaciones que nos ayudarán a cuidar a quien más nos importa… Igual que el Desarrollo Organizacional.
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