Por: Wolfgang Erhardt
Hay personas que no hacen su testamento porque piensan que van a llamar a la tragedia; si piensas así, estás súper equivocado y necesitas un zape para que se te acomoda la canica.
Lamentablemente todos nos tenemos que preparar para un escenario donde ya no estemos en este mundo; con o sin testamento nos va a pasar. La pregunta es ¿quieres dejar problemas y costos para las personas que dices que quieres o mejor no?
Estamos ya en septiembre, mes del testamento. No hay mejor momento en el año para acercarse a tu notario de confianza y aprovechar los descuentos para redactar el testamento; es algo sencillo y rápido.
Si tienes algo de valor que heredar y quieres asegurarte que cada uno de tus beneficiarios reciba exactamente lo que le quieres dejar, no hay de otra, necesitas un testamento notariado.
El primer paso es que tomes un cuaderno o abras una hoja Excel en la computadora y comiences a identificar y registrar todas tus pertenencias a detalle. Por ejemplo: bienes inmuebles, automóviles, arte, joyas, acciones, cuentas bancarias, inversiones, cuenta para el retiro, seguros, objetos con valor sentimental, etc.
Es muy importante que todos tus documentos financieros y de seguros estén actualizados y que estos muestren los nombres completos y el porcentaje correspondiente que recibirá cada beneficiario; a final de cuentas, éstos le darán preferencia a las personas y cantidades que viene estipulados en los contratos y no al testamento, así que aclarado ese punto ya sabes que es muy relevante tener orden.
Ten presente que muchos créditos pueden contar con seguros incluidos, por ejemplo, un crédito hipotecario, la tarjeta de crédito y el crédito de automóvil. Si llegases a fallecer y no existe algún otro responsable por el adeudo, el seguro cubrirá el adeudo restante del crédito y el bien material pasará a las manos de quien(es) haya(s) designado. ¡Súper!
Otra cosas en qué fijarnos para no dejar problemas es que todos tus documentos e identificaciones oficiales vigentes aparezcan con tu nombre completo y firma; estos deben de coincidir con los que se plasmen en todos tus documentos y contratos, de no ser así, actualízalos de volada.
Aunque no te guste, informa a tus beneficiarios que les va a dejar algo y mantén en orden los documentos correspondientes en un lugar seguro pero de fácil acceso para que luego no sea un problema encontrarlos.
Todas estas acciones les facilitará la existencia a tus herederos; no tiene sentido hacerles la vida más difícil; ya tendrán bastante con que cargar con el duelo, el sepelio, etc.
Si eres empresario, tu compañía es parte de lo que puedes heredar por lo que es recomendable hacer además un plan de sucesión empresarial para que quien llegue no truene la empresa.
Recuerde que si te casaste bajo el régimen de sociedad conyugal, los bienes pertenecen a ambos por partes iguales, aún cuando sólo aparezca uno de ellos como titular o dueño. En este caso es muy importante que ambos hagan su testamento, ya que así, cada quien puede disponer de lo que le corresponde.
Piense también con cuidado a quién nombrará como albacea; esta persona tendrá como función principal la de vigilar que se cumpla el testamento.
Por último, si tienes hijos menores de edad, es vital que nombres a un tutor quien velará por los intereses de tus hijos hasta que hayan cumplido la mayoría de edad.
Estas personas deben de estar enterados y de acuerdo con las responsabilidades que asumirán en caso de ser necesario
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