En México, hay 10,000 estudiantes entre 12 y 16 años, el 36.7 por ciento, que conoce a alguna persona que ha enviado o reenviado, ya sea por celular o por medio de la web, imágenes suyas con contenido sexual, tanto a conocidos o desconocidos, de acuerdo con la encuesta Efecto Internet, realizada por la asociación civil Alianza por la Seguridad en Internet.
Actualmente el uso de tecnologías de la información es algo cotidiano y existen riesgos al publicar información privada, una de ellas es la llamada porno venganza, una práctica recurrente en medios digitales por la rapidez y facilidad de difundir contenido de carácter sexual sin autorización de la persona que protagoniza las imágenes, además de tener como objetivo, la viralización de dichos contenidos en la web para infringir un daño moral, la mayoría de las veces a una ex pareja.
En ese contexto, la mujer es la más afectada porque generalmente es el hombre quien difunde una serie de fotografías para tratar de tener una especie de represalia contra ellas. “Soy un convencido que a pesar de que la constitución establece en el artículo cuarto el principio de igualdad jurídica entre hombres y mujeres, las condiciones no hacen ver que exista una igualdad plena”, explicó Francisco Burgoa Perea, académico de la Facultad de Derecho de la UNAM.
Para el experto en Derecho Constitucional, es un acierto que bajo el principio de la dignidad se sancione fuerte a las personas que difundan algún tipo de material gráfico sin consentimiento porque causaría daño moral y psicológico. Así como una pena privativa de la libertad o una multa, “es muy importante que se pueda regular en todo el país porque no está presente en los 32 estados, pero hemos ido avanzando para evitar la porno venganza a través de las tecnologías”.
Burgoa Perea resaltó que se deben desarrollar protocolos en las fiscalías para que puedan atender la violencia a las mujeres y se evite la re victimización. Refirió que no es sencillo pero se ha avanzado en ese rubro para erradicar la violencia en todas las modalidades, “la situación de violencia se da en distintas escalas y hay que empezar desde las situaciones más pequeñas, como este material que en un principio se da con consentimiento o no, si no se detiene puede ir escalando hasta llegar a los feminicidios”.
En varios estados ya se castiga
Además del Estado de México, Chihuahua, Jalisco, Querétaro, Yucatán y Puebla también cuentan con regulación para castigar la difusión de imágenes íntimas de terceras personas. Sin embargo, aún continúa existiendo un vacío legal en muchos estados.
Víctima de pornovenganza logró la aprobación de una ley para mandar a la cárcel a responsables
Hace dos años, mientras Ana Baquedano caminaba por la playa, un hombre se le acercó y le dijo que era la mujer desnuda que había encontrado en una página de Facebook y que veía su foto todos los días.
No podía creer cuando vio su foto desnuda en el móvil de una persona que no conocía.
Sorprendida, la joven estudiante de Psicología empezó a investigar y se dio cuenta de que la imagen aparecía en la página Yucatercos, un sitio creado en 2014 y donde exhibían fotos de mujeres desnudas enviadas al sitio en internet y a su página en Facebook.
La foto y sus datos personales habían sido enviados sin su consentimiento por una persona cercana a ella, y cuando regresó de la playa, toda su escuela había visto la imagen. Vivió una pesadilla cuando fue víctima de bullying y la gente la detenía en la calle para preguntarle si era la que aparecía en el sitio web.
Pero lejos de esconderse, inició una batalla para que en su estado, Yucatán, se protegiera a víctimas de la pornovengaza y que el castigo a los responsables fuera más allá de intentar que borraran las imágenes.
“Con el apoyo de muchas personas logramos tipificar el delito de pornovengaza y la sextorsión en el Código Penal del Estado de Yucatán. A partir del 1 de agosto de este año ya es delito el publicar, difundir o exhibir las fotos, videos, audios o texto de contenido sexual sin consentimiento de la persona. También lo será si un tercero las comparte. Soy la niña más afortunada del mundo por haber formado parte de un momento tan importante, fue toda una victoria”, compartió Ana en su cuenta de Instagram.
Los castigos aprobados por el Congreso de Yucatán varían según la gravedad. El intercambio de fotos o videos privados se castigará de seis meses hasta cuatro años de cárcel. En caso de que el material sea de un menor de edad, la pena será de hasta nueve años.
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