A su llegada, tras una caravana de casi siete horas, se realizó una ceremonia de purificación del templo
Los cuerpos de los sacerdotes jesuitas Javier Campos “Gallo” y Joaquín Mora “Morita” regresaron este domingo a la iglesia de Cerocahui, municipio de Urique en Chihuahua, donde fueron asesinados el pasado lunes 13 de junio, junto con el guía de turistas Pedro Palma.
Tras casi siete horas de una caravana que partió desde Creel y en la que participaron religiosos y fieles de esta comunidad enclavada en la Sierra Tarahumara, los cuerpos de Campos (79 años) y de Mora (80 años), llegaron sobre las cuatro de la tarde a la parroquia de San Francisco Javier para ser velados.
Los ataúdes fueron colocados frente al altar sobre unas bancas y con sus fotografías de cara a la feligresía, con sus respectivas coronas de flores encima y dos banderas blancas.
Algunas versiones apuntan a que este lunes a mediodía se hará el entierro de los cuerpos en el panteón de la localidad que les dio cobijo durante varios años. Otras, sin embargo, señalan que los jesuitas serán sepultados en el templo.
A la llegada de los cuerpos, se realizó una ceremonia de purificación del recinto, con música, danza e incienso, para limpiarlo del mal y celebrar el bien. Además, el gobernador indígena de Cerocahui, Martín Cadena, realizó una oración en raramuri.
La iglesia será un santuario en el que se recuerde a los sacerdotes, aseguró el diácono Esteban, según diversos reportes periodísticos.
“Ya llegaron de donde salieron. De aquí se los llevaron, muertos a balazos y aquí vamos a hacer un ritual de purificación, se deshonró, se violentó, se faltó al respeto al templo, a Dios y a la vida de nuestros hermanos, con este ritual vamos a bailar, echar incienso para que todo ese mal y todo ese odio que hay se vaya”, dijo.
“Para que el bien vuelva, para que el de arriba nos ayude y le ayudemos a él a que todo esto venga para la paz y Cristo, que pasó lo mismo que pasaron los padres, nos va a ayudar con su luz, con su amor para que podamos pasar este día bonito”, señaló.
De acuerdo con la Fiscalía de Chihuahua, José Noriel Portillo “El Chueco”, un sujeto conocido por actividades de crimen organizado en la región, asesinó dentro de la parroquia a los dos jesuitas y al guía turístico, quien acudió en busca de ayuda.
Con información de Aristegui Noticias
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