Pescadores y autoridades acuerdan restricciones para garantizar la sostenibilidad del recurso.
El Gobierno de México, a través de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (SADER), formalizó la creación de una Zona de Refugio Pesquero Parcial Temporal en las aguas cercanas al poblado de El Cuyo, en Tizimín, Yucatán, con el objetivo de proteger la población de langosta espinosa (Panulirus argus) y asegurar su sostenibilidad. La medida, publicada este martes en el Diario Oficial de la Federación, tendrá una vigencia de cinco años y busca evitar la captura de juveniles en la región.
El área designada comprende 15 kilómetros cuadrados, en una franja paralela a la línea costera, caracterizada por la presencia de pastos marinos y hábitats críticos para la reproducción y el crecimiento de la langosta. Según datos oficiales, El Cuyo representa el 75% de la producción estatal de langosta, lo que lo convierte en un punto importante para la actividad pesquera de la región.
La iniciativa fue impulsada por los propios pescadores de El Cuyo, San Felipe y Río Lagartos, quienes en años anteriores implementaron cierres voluntarios anticipados al detectar una alta presencia de juveniles en febrero. Para formalizar esta práctica, los integrantes de la Sociedad Cooperativa de Producción Pesquera «El Cuyo» S. C. de R. L. presentaron la solicitud de protección a la Comisión Nacional de Acuacultura y Pesca (Conapesca), con el respaldo del Instituto Mexicano de Investigación en Pesca y Acuacultura Sustentable (IMIPAS).
El acuerdo establece que, dentro de la zona de refugio, estará prohibida la pesca comercial de langosta espinosa. Solo se permitirá la pesca didáctica, bajo estrictas regulaciones y con el uso de métodos altamente selectivos. Además, se contempla la vigilancia y supervisión del cumplimiento de las normas por parte de Conapesca y la Secretaría de Marina.
Las autoridades han resaltado que la creación de esta zona beneficiará a largo plazo a los pescadores, ya que permitirá el crecimiento de la población de langosta y garantizará capturas estables en futuras temporadas. Experiencias similares en otros países han demostrado que las reservas marinas ayudan a incrementar la biomasa y mejorar la biodiversidad.
El decreto entrará en vigor el miércoles 19 de febrero y será sometido a evaluaciones periódicas para determinar su impacto. Dependiendo de los resultados, al finalizar el periodo de cinco años, se decidirá si la zona de refugio se mantiene, se modifica o se elimina.
Con información La Verdad Noticias
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