Mamá de Lucio N llora y no apoya a su hijo “No pienso pagar fianza”:caso Bebé de Tultitlán

Dulha Utrera no tiene una buena relación con su hijo de hace tiempo atrás

La indignación ha sacudido a la opinión pública tras la difusión del caso de Lucio “N”, el joven señalado por abandonar a su bebé recién nacido en calles de Tultitlán. Pero si algo ha sorprendido aún más es la postura de su madre, Dulha Utrera, quien ha decidido deslindarse completamente de su hijo y condenar su actuar sin miramientos.

En una entrevista con distintos medios de comunicación, Dulha fue tajante al declarar que no piensa brindarle apoyo alguno a Lucio ni mucho menos pagar una fianza para su liberación. “Yo no voy a ayudarlo, que aprenda de esto“, sentenció con firmeza. Para ella, el único ser que merece asistencia y compasión en esta historia es el bebé.

La ruptura de la relación de Lucio “N” con su madre

Según su testimonio, el vínculo con su hijo se fracturó hace tiempo. Lucio dejó el hogar familiar cuando aún era menor de edad para irse a vivir con su pareja, cortando así la comunicación con su madre. Fue a través de las redes sociales que Dulha se enteró del estremecedor suceso: su propio hijo había abandonado a su nieto en la calle, como si se tratara de un objeto desechable.

“Cuando volvió a aparecer, lo vi cambiado: estaba más delgado, con la mirada perdida y un descuido evidente. Pero jamás imaginé que esto estuviera pasando”, confesó Dulha, asegurando que desconocía por completo que su hijo y su pareja esperaban un bebé.

La vergüenza y el dolor son sentimientos que la consumen. “Me duele ver cómo tomaron esa decisión tan cruel. Solo pensaron en ellos y en deshacerse de un niño que nunca pidió venir al mundo”. Sus palabras no solo reflejan indignación, sino también una profunda tristeza por la manera en que su hijo ha actuado.

Las amenazas a la familia de Lucio “N”

Pero el escándalo no terminó ahí. Luego de que el caso se viralizara, la familia de Lucio comenzó a recibir amenazas en redes sociales. “Me han escrito para decirme que vendrán a lincharme, que crié a un monstruo. Pero él tomó sus propias decisiones”, explicó Dulha, quien, pese a todo, prefiere mantenerse al margen y afrontar la situación con dignidad.

Finalmente, entre el desconcierto y el dolor, solo le quedó una certeza: “Lo que hizo fue una monstruosidad, algo imperdonable. No lo entiendo, y no lo voy a justificar“. Su contundente mensaje ha dejado claro que, en esta historia, el lazo de sangre no es suficiente para cegar la razón ni para eximir de responsabilidades a quien ha cometido un acto tan atroz.

Con información Marca

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