Migrantes se instalan en la Central de Autobuses del Norte rumbo a Monterrey, Nuevo León.
Transcurrieron 28 días para que la familia Piñango Acevedo llegara de Valencia, Venezuela, a la Ciudad de México, trayecto que realizaron a pie cruzando por la selva del Darién, en Panamá, Costa Rica, Honduras, Guatemala hasta llegar a Tapachula, Chiapas.
Germain Piñango, de 34 años de edad, afirmó a La Verdad Noticias que ha gastado hasta 4 mil 800 dólares solo en cruzar Centroamérica. En México desembolsó dos mil dólares más, lo que en total, haciendo la conversión de moneda, suma 116 mil 875 pesos mexicanos.
“Desde que salimos de Venezuela hemos gastado 4 mil 800 dólares y aquí en México 2 mil y algo, porque las circunstancias nos empujan a pagar más a los migrantes”, contó Germain Piñango a La Verdad Noticias.
Germain Piñango, su esposa Dairis Acevedo (quien tiene nueve meses de embarazo) y un niño de tres años son parte de un campamento de 200 migrantes que se instaló en las inmediaciones de la Central de Autobuses del Norte.
Su objetivo es llegar a Monterrey, Nuevo León. Sin embargo, esperan el permiso de tránsito que otorga el Instituto Nacional de Migración (NM) a través de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), ubicado en la alcaldía Cuauhtémoc.
Reconoció que la mitad de los mexicanos lo han tratado bien, mientras que el restante “un poco mal, pero no por uno van a pagar todos”.
“Dándole las gracias a México que nos recibe y nos deja pasar de una manera un poco tropezada, pero pasamos, gracias a Dios”, afirmó.
Tras cruzar por Centroamérica, la familia ingresó a Tapachula, Chiapas, donde tomaron diferentes medios de transporte como combi y autobús para llegar a la capital mexicana.
“Usamos combi y hasta el día de ayer usamos un bus grande hasta acá”, dijo Acevedo a La Verdad Noticias.
Dairis Acevedo, de 29 años y esposa de Germain Piñango, afirmó que han pasado muchos peligros desde decidieron emprender el viaje rumbo a Estados Unidos.
“No vale la pena. Es muy riesgoso, pierdes la vida, pierdes familiares, puedes perder a tu hijo y es muy riesgoso. He visto personas que han perdido a sus familiares; vi a una mujer embarazada como yo, perdió a su bebé y ella murió por infección”, aseveró.
Con cinco meses de embarazo y su hijo de tres años, Dairis descansa sobre el camellón de la Avenida 100 Metros, muy cerca de la Central de Autobuses del Norte.
Con información La Verdad Noticias
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