El Índice de Confianza del Consumidor sufrió su segunda caída consecutiva en un contexto de rebrote de casos de COVID 19, lo que en opinión de los expertos fue de la mano a la contracción.
El Índice de Confianza del Consumidor (ICC) elaborado por el Instituto Nacional de Estadística Geografía (Inegi) para medir la propensión al consumo de las familias mexicanas, cayó 1.2 puntos, su primera contracción desde febrero de este año y la mayor desde abril del 2020.
La caída del indicador se da en un contexto de rebrote de casos del COVID 19 y luego de varios meses de una tendencia al alza ininterrumpida que llevó a la confianza del consumidor de vuelta a sus niveles prepandemia desde mayo pasado. Sin embargo, con el dato de agosto, el ICC volvió a caer por debajo de los niveles de febrero de 2020.
Durante el mes pasado, el ICC se detuvo en 44.3 puntos, el mismo nivel que había registrado en mayo, debido a reducciones en todos los componentes de expectativas a futuro y por el contrario, incrementos en las perspectivas presentes. Sin embargo, durante agosto, los encuestados perdieron el optimismo sobre la situación actual.
La caída se originó en una contracción generalizada de todo el ICC “en agosto de 2021, todos los componentes del Indicador de Confianza del Consumidor contribuyeron a su caída: situación económica actual y futura del hogar, situación económica actual y futura del país, y posibilidades del hogar de compra de electrodomésticos” señaló Julio Santaella, presidente del Inegi en un tweet
La más visible de las contracciones se dió en el rubro “Situación económica en el momento actual de los miembros del hogar comparada con la de un año antes”, pues mientras en julio este todavía creció, para agosto se desplomó 1.7 puntos, al igual “Situación económica del país esperada dentro de 12 meses, respecto a la actual” pero que ya había caído el mes anterior también.
En el caso de los indicadores complementarios, que arrojan información acerca de posibilidades de consumo más específicas también hubo caídas en todos sus componentes, a excepción de la intención de ahorrar -que se mantuvo sin cambios-, las expectativas sobre el comportamiento futuro de los precios (0.5) y los planes futuros para la compra de algún auto nuevo o usado (0.8).
Este último rubro fue particularmente llamativo en el ICC de agosto, pues se trata de su mayor incremento desde hace seis meses y colocó a la intención de compra de vehículos a niveles cercanos (13.3) a los del pico de los últimos cinco años.
Tercera ola incrementa cautela aún sin restricciones
El repunte de casos de coronavirus que fue reconocido en julio y se intensificó en agosto causó, en percepción de los expertos, mayor cautela por parte de los consumidores, incluso, sin que se decretaran cierres a la economía.
Economistas del grupo de análisis económico de Banorte señalaron en un flash informativo que “Este entorno de incertidumbre podría afectar la propensión para consumir debido a motivos precautorios”, lo que según señala la directora de análisis económico de Banco Base, Gabriela Siller, permite suponer que “es altamente probable que el consumo de México muestre una desaceleración o inclusive una caída mensual en agosto”.
Según el Indicador de Consumo de BBVA Research, un adelanto del indicador del Inegi, durante los primeros dos meses del tercer trimestre del año, el consumo privado ha perdido dinamismo registrando un bajo crecimiento de 0.4% en julio y una contracción de -1.9% en agosto, entre la que destaca una fuerte caída de -9.6% en el consumo de gasolina motivada por la cautela a salir del hogar y el alto precio de los combustibles.
No obstante, el grupo de análisis de Banorte espera que los efectos del panorama epidémico se superen pronto con base en la información de la Secretaría de Salud, la cual señala que la curva de contagios diarios ha empezado a moderarse tras alcanzar sus máximos recientes.
La disminución de los casos en conjunto a los recién llegados nuevos cargamentos de dosis que ayudarán a acelerar las aplicaciones son buenas noticias para la economía mexicana, pues permitirán sortear la tercera ola con menos afectaciones que las causadas por la primera y segunda ola.
“Las autoridades han dicho que esta tercera ola durará menos que las anteriores, por lo que se espera que en septiembre mejore la confianza del consumidor, pero esto dependerá de la evolución de la pandemia y del avance en el proceso de vacunación en México” señaló Siller, en su cuenta de Twitter.
Con información Radiofórmula