Habrá repunte en el comercio mundial crecerá 2.7% en 2024 y 3% en 2025: OMC

El volumen del comercio mundial de mercancías crecerá 2.7% en 2024 y 3% en 2025, predijeron economistas de la Organización Mundial de Comercio (OMC) en un informe difundido este jueves.

Al mismo tiempo, se espera que el crecimiento del PIB mundial a tipos de cambio de mercado se mantenga en 2.7% en ambos años.

Por lo pronto, el comercio mundial de mercancías repuntó en el primer semestre de 2024, con un aumento interanual de 2.3%, al que debería seguir una expansión moderada durante el resto del año y en 2025.

El repunte se produce tras una caída en 2023 impulsada por la alta inflación y el aumento de los tipos de interés.

La disminución de la presión inflacionaria ha permitido a los bancos centrales de las economías avanzadas empezar a recortar los tipos de interés, lo que debería estimular el consumo, impulsar la inversión y apoyar una recuperación gradual del comercio mundial.

Sin embargo, la OMC considera que siguen existiendo importantes riesgos a la baja, como conflictos regionales, tensiones geopolíticas e incertidumbre política.

La previsión revisada sobre el comercio es coherente con el informe Perspectivas y estadísticas del comercio mundial de la OMC publicado en abril, que predijo un crecimiento de 2.6% tanto del comercio de mercancías como del PIB en 2024, seguido de un crecimiento del comercio de 3.3% y un crecimiento del PIB del 2.7% en 2025.

Alemania ha sido particularmente débil, con un crecimiento del PIB ligeramente negativo en el segundo trimestre.

El valor en dólares estadounidenses del comercio mundial de mercancías se mantuvo prácticamente sin cambios en el primer semestre de 2024 en comparación con el año anterior, mientras que el comercio de servicios aumentó 8% en el primer trimestre.

Entre los servicios comerciales, el mayor crecimiento se logró en los viajes, que aumentaron 19% en el primer trimestre.

Por último, la OMC estima que la inflación había caído lo suficiente a mediados de 2024 como para permitir que los bancos centrales recortaran las tasas de interés.

Una inflación más baja debería aumentar los ingresos reales de los hogares e impulsar el gasto de los consumidores, mientras que las tasas de interés más bajas deberían aumentar el gasto de inversión de las empresas.

Con información El Economista

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