Hasta este momento nos hemos enfocado en buscar, una respuesta certera por parte de las autoridades federales y algunos medios cercanos a la presidencia, y hasta este momento todo es incierto, sobre la salud del Presidente , solo dos medios de comunicación, hacen mención de esto, independientemente que estaremos atentos a las comunicaciones otorgadas por las autoridades,así que lo compartimos.
Pues que siempre no tiene Covid-19 aunque si se encuentra grave de salud el presidente Andrés Manuel López Obrador, toda vez que sufrió una embolia cerebral cuando regresaba de su reciente gira de trabajo, situación que le obligó a ser trasladado de emergencia por sus acompañantes al Hospital Central Militar.
De acuerdo con informes proporcionados por gente cercana al mandatario, una vez que llegó a la Ciudad de México, comenzó a sentirse muy mal y hasta perdió el conocimiento, lo cual causó alarma inmediata entre su equipo de trabajo que le acompaña en las giras que realiza regularmente los fines de semana.
Por tal motivo, no sale en público ni en fotografías ni mucho menos ha utilizado sus redes sociales y la información se ha guardado celosamente entre su gabinete y médicos que le atienden.
Sin embargo, el diagnóstico ya fue filtrado y ahí se transcribe que derivado de la embolia o «ictus», AMLO tiene parálisis facial, tampoco puede mover el brazo ni la pierna derecha, por lo que tiene dificultad para hablar, caminar e incluso para ver. Los informantes aseguran que Andrés Manuel ya había sufrido tres infartos en lo que va de este mes.
Indican que está confinado en la residencia de Palacio Nacional y que lo atiende un grupo de especialistas encabezados por el secretario de Salud, Jorge Alcocer. Poco más. El blindaje sobre la evolución del cuadro médico del presidente, de 67 años, amenaza con abrir un nuevo frente en el Gobierno ante las demandas de una mayor transparencia en aras del interés público y hasta de la seguridad nacional.
Este aterrador cuadro clínico puede terminar en una demencia vascular, que no es otra cosa mas que la pérdida de memoria. Y es que este problema de salud se presentó en López Obrador toda vez que es diabético, hipertenso y cardiópata.
Mientras dura la convalecencia de López Obrador, la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, está siendo la encargada de encabezar las conferencias matutinas diarias. Durante su primera intervención, el lunes, Sánchez Cordero justificó la escasa información al respecto en el derecho a la intimidad de López Obrador: “El presidente es el jefe de Estado y el jefe de Gobierno, pero también es una persona y son datos sensibles”.
La tensión entre el respeto a la privacidad y el derecho a la información está recogida ya en la propia Constitución. En el caso particular de políticos o cargos públicos, la Suprema Corte de Justicia ha ido marcando el paso con un puñado de fallos al respecto.
“Ha establecido que hay una tensión, pero no un dilema”, apunta Eduardo Bohórquez, director de Transparencia Mexicana. “Cuando un particular ingresa en el servicio público acepta regirse por un régimen especial que le obliga a dar más información de la normal. En este caso, estamos hablando además del jefe del Gobierno y del Estado, la figura central de nuestro sistema presidencialista. Por seguridad nacional y estabilidad política es necesario saber”.
“El propio Gobierno tiene en primera instancia la obligación de ponderar la información para que se aseguren ambos derechos”, indica Sarahí Salvatierra, jurista especializada en transparencia de la organización Fundar. Hacer público el expediente clínico, por ejemplo, sí podría considerarse un exceso, pero un informe general sobre el diagnóstico, previsión y plazos estaría dentro del marco constitucional.
“Ya no me pertenezco”
La lógica para la publicidad del estado de salud del presidente fue plasmada por el propio López Obrador durante su primer discurso como presidente electo: “Yo ya no me pertenezco, yo soy de ustedes”, dijo en diciembre de 2018 ante un Zócalo abarrotado
Ahora el presidente ya está en su casa de Palacio Nacional, donde es atendido en una clínica que fue instalada para atender casos de emergencia que padecieran él y sus integrantes del gabinete.
OTROS PRESIDENTES QUE FUERON OPERADOS Y CON ENFERMEDAD
El antecedente más cercano al caso que ahora vive México ha sido Donald Trump. En octubre, el todavía presidente de EE UU dio positivo justo a su esposa. Desde el primer día que fue internado en un Centro Médico Militar, una comitiva del personal médico que le atendía fue ofreciendo diariamente el parte médico a los ciudadanos a través de los medios de comunicación. Otros presidentes mexicanos recientes también han sido objeto de escrutinio cuando tuvieron percances de salud durante su cargo. “Vicente Fox Quesada llegó a ser internado por una hernia discal y se informó sobre el cuándo, el quién, el cómo. Enrique Peña Nieto también se operó y, con más opacidad, pero se informó al respecto”, añade Bohórquez, que pone como ejemplo al expresidente colombiano Juan Manual Santos y la comunicación pública durante el diagnóstico y la operación de un cáncer de próstata en 2012.
El propio López Obrador fue muy beligerante durante una de las intervenciones médicas de Enrique Peña Nieto. En un tuit de junio de 2014, aprovechaba la coyuntura para pedir expresamente la renuncia del entonces presidente aduciendo motivos de salud: “Existe el rumor de que EPN está enfermo. Ni lo creo, ni lo deseo. Pero es una buena salida para su renuncia por su evidente incapacidad”.
Con información Punto por Punto / El País.