En esta madrugada del 11 de septiembre de 2024 fue testigo de un acontecimiento histórico para el sistema judicial mexicano.
En una sesión que se extendió por más de 13 horas y que estuvo marcada por el caos y las tensiones, el Senado aprobó la reforma al Poder Judicial impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador. Con 86 votos a favor y 41 en contra, la propuesta fue aprobada tanto en lo general como en lo particular, generando reacciones de todos los sectores políticos.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum no tardó en expresar su opinión sobre esta importante aprobación y a través de su cuenta de X (antes Twitter) celebró el voto de los senadores de Morena y sus aliados, calificando la reforma como un paso firme hacia la justicia en México.
“La corrupción y los privilegios quedan atrás”, escribió la presidenta electa, destacando la importancia de la elección popular de jueces, magistrados y ministros para fortalecer la impartición de justicia en el país.
El contenido de la reforma al Poder Judicial
La reforma judicial aprobada busca, entre otras cosas, que los jueces y magistrados de todo el país, incluyendo a los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), sean elegidos directamente por el voto popular. Este cambio es considerado por el gobierno como un esfuerzo por democratizar el sistema judicial, eliminando los privilegios de las élites y permitiendo que los ciudadanos tengan una voz directa en la selección de quienes imparten justicia.
La presidenta electa afirmó que la reforma es un golpe definitivo al “régimen de corrupción y privilegios”, y que permitirá construir una verdadera democracia en el país. Sin embargo, no todos comparten esa visión.
Las críticas de los especialistas ante la elección popular de jueces
“Es peligroso permitir la reelección indefinida de jueces”, comentó uno de los expertos en derecho constitucional, quien considera que este modelo podría derivar en una politización del Poder Judicial.
La jornada legislativa estuvo cargada de tensión, con manifestantes que intentaron ingresar a la antigua sede del Senado en la Ciudad de México. Los empujones y gritos de “¡El poder judicial no va a caer, no va a caer!” resonaron en los alrededores del recinto, mientras cientos de personas, incluidos funcionarios judiciales y estudiantes, expresaban su descontento con la reforma.
El ambiente de caos también se trasladó a las redes sociales, donde el nombre de Claudia Sheinbaum se volvió tendencia tras sus declaraciones. Mientras algunos usuarios la felicitaban por su postura, otros criticaban el modelo de elección propuesto en la reforma.
Próximos pasos: ¿qué sigue tras la aprobación?
Tras su aprobación en el Senado, la reforma judicial será enviada a los congresos locales para su ratificación. Se requiere el apoyo de al menos 17 congresos estatales para que la reforma se convierta en ley. De ser ratificada, el presidente Andrés Manuel López Obrador espera promulgarla antes de finalizar su mandato, consolidando así uno de los pilares de su agenda política.
La presidenta electa Claudia Sheinbaum se comprometió a seguir impulsando reformas que fortalezcan la justicia y la democracia en el país, asegurando que este es solo el principio de una transformación profunda.
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