En Francia, cuando los presidentes pasean entre el público, se les describe como “bañándose en masa”. Emmanuel Macron se tomó una muy fría el miércoles.
Desafiando a los que le gritaban que renunciara, el líder francés se lanzó a la ardua tarea de reparar el daño causado a su presidencia al forzar reformas de pensiones impopulares , tomando su primer “baño de multitudes” de este tipo desde que promulgó la ley la semana pasada.
La visita al este de Francia, cerca de la frontera con Alemania, fue parte de un nuevo esfuerzo concertado de Macron y su gobierno para dejar atrás el furor causado por el cambio de pensión. El aumento de la edad de jubilación de 62 a 64 años ha provocado una tormenta de protestas en Francia durante meses.
El clima estruendoso de descontento amenaza la capacidad de Macron para aprobar otras políticas planificadas en los cuatro años restantes de su segundo y último mandato. Pudo ver de primera mano lo infeliz que todavía es la gente cuando se mezcló entre la multitud en la ciudad de Selestat.
Un hombre que le estrechó la mano no se contuvo y le dijo a Macron que su gobierno es “corrupto”, una afirmación que Macron negó de inmediato.
“¡Pronto caerás! Ya verás”, dijo el hombre.
Abriéndose paso entre la multitud, que estaba retenida por una barrera de metal, Macron abogó por su reforma de las pensiones, pero también reconoció que era “impopular”.
“A nadie le hace feliz trabajar más y por más tiempo”, dijo.
Aun así, insistió en que no se dejaría intimidar por mezclarse con la gente.
“He conocido cosas peores”, dijo.
De fondo, algunos gritaban “¡Macron, dimite!”, o entonaban una canción que se ha convertido en himno de las protestas jubilatorias.
El miércoles temprano, durante una visita a una empresa especializada en construcciones de madera, Macron se encontró con una protesta más silenciosa.
El legislador Emmanuel Fernandes, del partido de extrema izquierda Francia Unbowed, apareció con una mordaza en la boca con el número 49-3, en referencia al artículo constitucional que el gobierno usó para forzar la nueva edad de jubilación en el parlamento sin votación.
El sindicato de extrema izquierda CGT planea acciones de protesta dispersas el jueves, y todos los principales sindicatos de Francia planean nuevas protestas a nivel nacional el 1 de mayo para coincidir con el Día Internacional de los Trabajadores.
Con información The Associated Press
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