El campamento de verano cristiano Mystic, ubicado a orillas del río Guadalupe, confirmó este lunes la muerte de 27 campistas e instructores tras las inundaciones que arrasaron el centro-sur de Texas este fin de semana, lo que aumentará el número de fallecidos, que hasta ahora contabiliza 82, según las autoridades locales, muchos de ellos niños.
«Nuestros corazones están rotos junto con los de las familias que están soportando esta tragedia inimaginable. Estamos orando por ellas constantemente», señaló la organización en un comunicado.
Las fuertes lluvias provocaron la crecida repentina del río Guadalupe, arrastrando cabañas y dejando decenas de personas atrapadas o desaparecidas, entre ellos los 27 campistas de Mystic.
Equipos de rescate locales y estatales han desplegado amplios recursos para continuar la búsqueda de quienes aún no han sido localizados. «Hemos estado en comunicación con las autoridades locales y estatales, que están desplegando incansablemente amplios recursos para buscar a nuestras niñas desaparecidas,» indicó el campamento.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, afirmó que “probablemente” visitará el estado sureño este viernes.
Trump restó importancia a las preocupaciones de que los fuertes recortes presupuestarios de su administración a las agencias federales relacionadas con los pronósticos meteorológicos hayan empeorado la situación de los sistemas de alerta locales.
En cambio, describió las inundaciones repentinas como una “catástrofe no vista en 100 años” que “nadie esperaba”.
Al menos 40 adultos y 28 niños murieron en el condado de Kerr, en el centro de Texas, declaró el domingo el sheriff Larry Leitha, mientras que en las zonas cercanas se registraron al menos 13 personas más fallecidas por las inundaciones.
Se prevé que las cifras de muertos aumenten.
El presidente estadounidense, quien previamente había dicho que la ayuda en caso de desastre debería gestionarse a nivel estatal, firmó el domingo una declaración de catástrofe grave que permite liberar recursos federales para el estado de Texas.
Niñas desaparecidas
Alrededor de 20 helicópteros se unieron a la búsqueda de las personas desaparecidas en el centro de Texas, una zona popular entre los campistas.
Las aguas del río Guadalupe, desbordadas por la lluvia, alcanzaron las copas de los árboles y los techos de las cabañas del Mystic Camp mientras las niñas dormían la noche del viernes, arrastrando a algunas de ellas y dejando una escena de devastación.
Mantas, osos de peluche y otras pertenencias se podían ver cubiertas de barro. Las ventanas de las cabañas quedaron destrozadas, aparentemente por la fuerza del agua.
El Servicio Meteorológico Nacional (NWS) advirtió el domingo que tormentas eléctricas de movimiento lento amenazaban con más inundaciones repentinas sobre el suelo saturado del centro de Texas.
El gobernador de Texas, Greg Abbott, advirtió que lluvias más fuertes podrían provocar inundaciones repentinas en Kerrville y sus alrededores, y las autoridades advirtieron a la población que no se acerque al río crecido y sus arroyos.
Las inundaciones comenzaron el viernes 4 de julio, con la lluvia acumulada durante meses en cuestión de horas, gran parte de la cual cayó durante la noche, mientras la gente dormía.
El río Guadalupe creció unos ocho metros, más que un edificio de dos pisos, en tan solo 45 minutos.
“Inundaciones repentinas”
Las inundaciones repentinas, que ocurren cuando el suelo no puede absorber las lluvias torrenciales, no son inusuales en esta región del sur y centro de Texas, conocida coloquialmente como el “callejón de las inundaciones repentinas”.
El cambio climático provocado por el ser humano ha provocado que fenómenos meteorológicos extremos como inundaciones, sequías y olas de calor sean más frecuentes e intensos en los últimos años.
Las autoridades informaron que, mientras las operaciones de rescate continuaban, también estaban iniciando el proceso de remoción de escombros.
“Hay escombros por todas partes que inutilizan las carreteras y dificultan la realización de los proyectos de reconstrucción”, declaró Abbott.
Voluntarios de otras partes del estado se congregaron en el condado de Kerr para colaborar en la búsqueda de los desaparecidos.
Los texanos también comenzaron a usar drones para ayudar en la búsqueda, pero las autoridades locales les instaron a detenerse, alegando peligro para las aeronaves de rescate.
Con información AFP/EFE
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