El Investigador de la División de Ciencias Ambientales del IPICYT, doctor Leonardo Chapa Vargas, dijo que desarrolla una línea de investigación de cómo los elementos bióticos están relacionados con los parásitos sanguíneos en las aves, ya que se ha encontrado que en zonas áridas, la incidencia de enfermedades en aves es mayor cuando están cerca de agua estancada, zonas agrícolas y sitios afectados por deforestación y pastoreo intensivo.
Agregó que contrario a lo que pudiera suponerse se ha encontrado que en sitios contaminados el porcentaje de animales infectados se ha reducido, posiblemente porque los contaminantes afectan a los insectos que transmiten las enfermedades.
“Actualmente estamos trabajando en temas relacionados con contaminación, tipos de vegetación, cambio climático y regeneración de la vegetación después de desmontes y cómo todos estos aspectos afectan los procesos infecciosos”, indica quien también es Presidente de la Sociedad para el Estudio y la Conservación de las Aves en México.
Chapa Vargas agrega que además se evalúa cómo la salud y la reproducción de animales en vida libre son afectadas por las enfermedades, ya que los estudios sirven para identificar en qué condiciones el riesgo de transmisión de enfermedades a la fauna es mayor.
“También nos está permitiendo conocer cómo poblaciones animales son afectadas por la enfermedad, y qué podría suceder con ellas si las actuales tendencias de deforestación y cambio climático continúan, y por otro lado, desarrollar estrategias para proteger la fauna y recursos naturales, así como disminuir el riesgo de contagio de enfermedades emergentes y reemergentes que afectan al humano”, indica el Investigador miembro del SNI nivel 2.
“Todo comienza cuando un mosquito pica, o un chaquiste o jején (un tipo especial de mosca) muerde a un ave en vida libre. Estos insectos llegan a transmitir un tipo de parásito que puede alojarse en la sangre y que posteriormente invade algunos de los órganos de los animales infectados, los cuales pueden vivir con el parásito durante su vida entera sin problemas; pero en ocasiones sufren los síntomas de una enfermedad como la malaria, que incluso pueden ser fatales”, finaliza.
Al igual que los animales en vida silvestre, los humanos somos vulnerables a las enfermedades transmitidas por insectos.
Estudios de parásitos en fauna
El estudio de los parásitos sanguíneos en fauna inició a finales del siglo XIX al este de Europa; algunos científicos se interesaron en identificar a estos parásitos, entender el proceso de contagio entre insectos y animales vertebrados y además, cómo los parásitos afectan la salud de los animales. Parte de la motivación de estos trabajos era que permitían entender algunos aspectos de enfermedades que afectan al humano.
En aquella época, los estudios se llevaron a cabo con equipo muy rudimentario en comparación con el que actualmente existe. No obstante, aquellos estudiosos lograron hacer descripciones con increíbles niveles de detalle. En la actualidad tenemos la ventaja de contar con infraestructura que nos permite generar mucho más conocimiento sobre este tema.
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