El por qué los jóvenes de la Generación Z evitan contestar el teléfono y prefieren otras formas de comunicación.
¿Por qué la Generación Z prefiere ignorar las llamadas telefónicas?
Imagínate llamando a un joven de la Generación Z y enfrentándote a un silencio absoluto en el otro lado de la línea. Para muchos de esta generación, nacidos entre 1990 y principios de los 2000, el teléfono ha pasado a ser una herramienta casi obsoleta. Este fenómeno, lejos de ser una casualidad, responde a una serie de factores que van desde la tecnología hasta el impacto de la ansiedad. Profundicemos en las razones que han llevado a estos jóvenes a evitar contestar el teléfono.
La tecnología y su influencia en la Generación Z
La Generación Z ha crecido rodeada de mensajes de texto, redes sociales y plataformas de mensajería instantánea. Según una encuesta realizada por Uswitch, un 70% de los jóvenes entre 18 y 34 años prefiere recibir mensajes de texto antes que una llamada. La razón principal radica en la inmediatez que demanda una llamada telefónica. Mientras que un mensaje puede leerse y responderse a conveniencia, una llamada requiere atención inmediata, lo que para muchos se convierte en una interrupción indeseada.
Una conversación telefónica, a diferencia de un mensaje, no permite editar ni reescribir palabras antes de enviarlas. Esta generación valora la posibilidad de ajustar sus palabras y controlar el flujo de la comunicación. La periodista Olivia Petter comparte su experiencia en The Independent, describiendo cómo ignoró la llamada de una amiga, solo para enviarle un mensaje después. “La ansiedad de hablar por teléfono en ese momento particular superó mi necesidad de comunicación”, confesó.
Ansiedad y comunicación: el peso de una llamada
Recibir una llamada inesperada puede causar ansiedad, ya que implica una posible interrupción de la rutina diaria. Para algunos, las llamadas se sienten como una invasión a su espacio personal, comparable a una visita inesperada. Este sentimiento se intensifica cuando las llamadas ocurren sin previo aviso, generando incomodidad y, a veces, rechazo.
La psicóloga Barbara Santini explica que la llamada telefónica brinda matices de tono y ritmo que pueden transmitir emociones y fomentar la empatía, elementos ausentes en la comunicación por texto. Sin embargo, estos matices también pueden generar ansiedad en aquellos que prefieren la comunicación escrita, ya que enfrentarse a emociones en tiempo real puede resultar abrumador.
“Dejar en visto”: un nuevo dilema comunicacional
Otro aspecto que ha moldeado la preferencia por los mensajes de texto es el fenómeno de “dejar en visto”. Para la Generación Z, la notificación de un mensaje leído sin respuesta es un dilema emocional. Este acto puede interpretarse como indiferencia o rechazo, lo que genera angustia e incertidumbre. Aunque los textos permiten editar y filtrar respuestas, también pueden crear malentendidos y sentimientos de desconexión
La tendencia de evitar llamadas telefónicas refleja un cambio en la dinámica de comunicación, donde las interacciones inmediatas y directas no son siempre bienvenidas. La Generación Z ha encontrado en los mensajes y notas de voz una manera de mantener el control sobre sus respuestas y evitar la presión de la inmediatez que las llamadas demandan.
La paradoja de la conexión en la era digital
A pesar de estar más conectados que nunca, la Generación Z muestra que las llamadas telefónicas pueden no ser el medio de comunicación más deseado. En su lugar, prefieren métodos de comunicación que les brinden mayor control, privacidad y, sobre todo, un espacio para procesar sus respuestas. Sin embargo, al evitar las llamadas, pueden perder la riqueza de la comunicación verbal, que incluye tonos y emociones difíciles de replicar en un mensaje de texto.
Con información La Verdad Noticias
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